María de los Ángeles Fernández: “Sánchez podrá darle a España un gobierno, pero no la estabilidad política que el país necesita”

La politóloga española analizó los resultados de las elecciones del domingo, donde el partido de Carles Puigdemont (Junts per Cat), tiene en sus manos la posibilidad de darle la presidencia a Pedro Sánchez.

La politóloga española analizó los resultados de las elecciones del domingo, donde el partido de Carles Puigdemont (Junts per Cat), tiene en sus manos la posibilidad de darle la presidencia a Pedro Sánchez.

El Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo y su contrincante el PSOE, de Pedro Sánchez, comenzaron la frenética carrera para tener los votos necesarios para impedir el bloqueo y dar gobernabilidad a España.

Lo que está en juego aquí no es “elegir un Presidente”, sino formar “una mayoría parlamentaria”, donde Sánchez lleva la delantera, señaló a Radio y Diario Universidad de Chile la cientista política española, María de los Ángeles Fernández.

Fernández afirmó que en este proceso el partido de Carles Puigdemont, el Junts per Cat, se convirtió en el árbitro que tiene en su mano la posibilidad de darle la presidencia a Sánchez. Todo esto siempre y cuando, el Presidente en ejercicio acceda a “un referéndum para Cataluña así como a una amnistía”.

La politóloga precisó que “de suceder algo así, sería la primera vez que, en democracia, un partido que no gana las elecciones consigue gobernar”.

Luego de las elecciones del día domingo, ¿cómo está el ambiente político ahora conocidos los resultados?

Los resultados de las elecciones dejan varios escenarios abiertos que podrían llevar a un gobierno del PP, a uno del PSOE e incluso a la necesidad (como ya ocurrió en 2015 y 2019) de celebrar nuevas elecciones. Todos los escenarios están abiertos. Se abre un período de incertidumbre, no tanto porque no se concretará un gobierno de forma inmediata, sino que el que probablemente resulte, con Pedro Sánchez a la cabeza, podrá darle a España un gobierno, pero no la estabilidad política que el país necesita debido a las características de los apoyos a los que probablemente recurrirá.

¿Qué fue lo que movilizó a la mayoría participar de estas elecciones, considerando que elecciones anteriores había mucho descontento?

Los resultados del pasado 23J muestran, al menos, tres lecciones: por un lado, las encuestas que le daban un piso de cómodos 150 escaños al Partido Popular fallaron estrepitosamente. Por otro, que no son asimilables los resultados de un tipo de elecciones como las que tuvieron lugar a fines de mayo, de corte local y autonómico (regional), a unas de tipo general o nacional. Por último, se ha visto reforzado el bipartidismo ya que los dos principales partidos obtuvieron 258 escaños (de un total de 350 del Congreso).

"Sánchez supo movilizar a la izquierda", sostiene la analista, quien adelanta que las alianzas para alcanzar el gobierno abren una etapa de incertidumbre en la nación ibérica.

“Sánchez supo movilizar a la izquierda”, sostiene la analista, quien adelanta que las alianzas para alcanzar el gobierno abren una etapa de incertidumbre en la nación ibérica.

En el resultado de las elecciones de mayo, que le dieron un clarísimo triunfo al Partido Popular quien le arrebató buena parte del poder territorial al PSOE, se quiso ver un cambio de ciclo a favor del PP, pero los resultados del pasado domingo lo desmienten. Es posible afirmar que el PSOE supo manejar mejor las expectativas y que, nuevamente, Sánchez supo movilizar a la izquierda, tanto haciendo una ronda inédita de intervenciones en los medios, donde se victimizó, como en torno al fantasma de una ultraderecha representada por Vox que vendría a suponer la pérdida de derechos conquistados. En apariencia, entonces, las bases del PSOE parecen ver más peligro en Vox (alimentado por Sánchez) que en la reedición de una alianza entre independentistas que intentaron un golpe posmoderno al realizar un referéndum no contemplado en la Constitución española, en los herederos de ETA (representados por EH Bildu) y en la mutación de Podemos representada ahora por Sumar.

 ¿El fantasma de que la derecha y los sectores más conservadores no alcancen la presidencia ya está descartado o también tiene tantas posibilidades como el PSOE?

María de los Ángeles Fernández explica que por más que Alberto Núñez Feijóo reivindique su derecho a gobernar por ser el primero en la elección, se requiere la mayoría parlamentaria y las combinaciones posibles ponen por delante a Pedro Sánchez.

María de los Ángeles Fernández explica que por más que Alberto Núñez Feijóo reivindique su derecho a gobernar por ser el primero en la elección, se requiere la mayoría parlamentaria y las combinaciones posibles ponen por delante a Pedro Sánchez.

Aunque el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, reivindique su derecho a ser el primero en intentar formar gobierno por ser el partido más votado apoyándose, incluso, en la tradición política española en que siempre ha sido el partido más votado el que ha tenido la iniciativa en este aspecto, las distintas combinaciones de posibles pactos le entregan más oportunidades a Pedro Sánchez, que lidera el segundo partido más votado, para llegar a conformar el número necesario de escaños a sumar, de 176. Eso sí, para llegar a esa cifra, deberá apoyarse en Sumar, partido instrumental creado para competir en estas elecciones que capturó al antiguo Podemos así como a partidos pequeños (como el Partido Nacionalista Vasco), los partidos independentistas (Bildu, asociado a lo que fue la ETA; el BNG, Bloque Nacionalista Gallego y Ezquerra Republicana de Cataluña) e incluso en Junts per Cat, el partido de Puigdemont. Dicho en simple, el PSOE, que llegó de segundo, tiene más posibilidades de formar una mayoría parlamentaria que la que tiene el Partido Popular, que llegó de primero pero que de poco le sirve porque tiene una cantidad menor de posibles socios a los que recurrir. La del Partido Popular ha sido una victoria pírrica porque de lo que se trata, al final del día, es de formar una mayoría parlamentaria y no de elegir un presidente. Lo segundo viene como consecuencia de lo primero.

Carles Puigdemont y su partido Junts per Cat, tienen la llave para abrir a Pedro Sánchez el camino a un nuevo periodo al frente del Ejecutivo español.

Carles Puigdemont y su partido Junts per Cat, tienen la llave para abrir a Pedro Sánchez el camino a un nuevo periodo al frente del Ejecutivo español.

¿Es posible que el partido de Puigdemont le dé el apoyo a Sánchez y cuáles son las condiciones que pide?

Efectivamente, para lograr armar mayoría parlamentaria, Pedro Sánchez deberá apoyarse en partidos pequeños y en los partidos catalanistas y, entre éstos últimos, se encuentra Junts per Cat, el partido de Puigdemont, el ex presidente de la Generalitat que jugó un rol clave en la convocatoria del referéndum inconsulto de independencia del 1 de Octubre de 2017, escapando luego a Europa para huir de la justicia. Junts aparece hoy en el escenario de incertidumbre que deja el resultado electoral del domingo pasado, como el árbitro al tener de su mano la posibilidad de darle la presidencia a Pedro Sánchez para lo que tendría que abstenerse en la investidura. Se especula que su líder, Carles Puigdemont, pediría concretar la promesa de un referéndum para Cataluña así como una amnistía. De suceder algo así, sería la primera vez que, en democracia, un partido que no gana las elecciones consigue gobernar.

¿Cree que sea posible que Sánchez acceda a las demandas de Junts?

Habiendo constatado el carácter de Sánchez de jugar al límite, es probable que acceda a lo que le pida un prófugo de la justicia como Puigdemont. De hecho, el eterno rival de este último, Ezquerra Republicana de Cataluña, que bajó de 13 a seis escaños, ya ha transparentado el precio que pedirá por su apoyo a Sánchez: un referendo de independencia vinculante.  La llave de la gobernabilidad, hoy por hoy, podría pasar, en parte, por el independentismo catalán. La otra parte de la ecuación vendría dada por el independentismo vasco.

¿De obtener la mayoría necesaria, el gobierno del PSOE implementará un cambio en cuanto a políticas sociales y económicas o habrá continuidad?

En apariencia, estas elecciones no fueron tan determinadas por las políticas sociales y económicas de Pedro Sánchez, sino por temas relativos a la crisis territorial que arrastra España. No olvidemos que Pedro Sánchez, durante su anterior gobierno, no solo indultó a los líderes del referéndum unilateral de independencia, sino que modificó en el Código Penal, delitos como el de sedición y el de malversación a exigencia de las fuerzas independentistas catalanas. En otro orden, un fenómeno que tensionó su gobierno de coalición con Podemos fue la gestión de las políticas públicas en materia de igualdad de género ya que el estilo polémico y más bien frentista de Irene Montero, su ministra, derivó en leyes controversiales como la denominada “sí es sí” que, si bien buscó en teoría enfrentar de mejor forma el tema del consentimiento sexual, terminó en rebaja de penas para agresores sexuales (más de mil a la fecha) y la liberación de un ciento de ellos, así como la ley trans, considerada una de las más permisivas del mundo y cuya tramitación se habría llevado a cabo desoyendo la voz de los expertos y la experiencia comparada. Sánchez ha terminado pidiendo perdón por los efectos de la primera y reconociendo que no es conveniente un feminismo de corte confrontacional que, hoy por hoy, ha abierto un cisma al interior del feminismo español y, por otro, le supuso pérdida de votos de hombres en las elecciones de mayo pasado. Por ello, es esperable que, en políticas de igualdad, haya un giro en línea con un feminismo de corte más conciliador.





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