“Son creaciones hechas con compromiso, amor, cuidado y corriendo un poco la barrera en la que las músicas del mundo se unen y convergen en una sonoridad similar”. Así define Luis Chávez Chávez su segundo disco, “Azulillo”, que desde el viernes 18 de agosto está disponible en las principales plataformas digitales.
En el trabajo el músico chileno oriundo de Valdivia realiza un viaje por distintas épocas creativas, ya que alberga desde composiciones recientes hasta algunas hechas hace 25 años. Del mismo modo, se trata de un recorrido por diversos estilos de la música latinoamericana, como la música andina, tonada, ritmos del litoral argentino y paraguayo y especialmente una mirada sobre la música mapuche que el compositor cree que puede resultar un aporte.
Este segundo trabajo (antes grabó “Resonante” en 2011) es editado y distribuido por el prestigioso sello argentino Shagrada Medra y cuenta con la participación de renombrados artistas trasandinos como Carlos Aguirre, Quique Sinesi, Mariano Cantero (Aca Seca Trío) y chilenos como Francesca Ancarola y Danilo Cabaluz, por sólo nombrar algunos.
Todos ellos son parte de una propuesta flexible, sin banda estable, sino que “va variando de acuerdo a la necesidad expresiva de cada música. Pasamos de temas en guitarra sola a otros en dúo, trío, cuartetos y quintetos de acuerdo a la sonoridad que la música va sugiriendo”, explica Luis Chávez Chávez, para agregar que “en todos las composiciones hay un tema que se expone, un espacio para la improvisación y una vuelta a la idea original. Tiene algo del jazz desde ese lado pero igualmente hay un fuerte componente latinoamericano”.
La flor de la desidia y las músicas mapuches
“Azulillo”, tema que da el nombre al disco, obtuvo el primer lugar en el Concurso de Composición Luis Advis 2018 y debe su título a una flor que había desaparecido en la mitad del siglo pasado por el descuido humano. Hace dos décadas una fundación encontró un reservorio y la mantuvo en secreto para tenerla a salvo. A partir de esa historia Chávez Chávez decidió hacer una pieza que “está inspirada en el norte chileno pero en verdad en la zona andina que también incluye a Bolivia y Argentina, porque la cultura no sabe de fronteras. Quise rememorar ese hecho porque creo que ahí se refleja la desidia y el abandono con que el país trata a sus recursos naturales”, explica el compositor.
También resaltan en el disco las cuatro creaciones basadas en la música mapuche, de las que explica Chávez Chávez que “tienen cerca de quince años y comienzan a crearse cuando estuve en un homenaje que se hizo en Temuco a Alex Lemún, comunero asesinado por la policía. Algunos de los relatos de ese día me llegaron muchísimo a nivel emocional, por lo que de ahí surgieron las piezas que son parte de una suite titulada ‘Cromatismo mapuche’ y que me permitieron entrar en un mundo con el que quise trabajar muchas veces y no lograba encontrar un canal de expresión”, comenta.
“Cada pieza aborda un concepto relacionado con la cultura mapuche: weichafe, el guerrero; wenumapu, el cielo; el kalfuche purrún que es una danza y nutram que son relatos antiguos, que concentran el arte de narrar y son los que abren la serie”, agrega Chávez Chávez, quien espera que en estas creaciones “se pueda ver que hago un hincapié en la sonoridad y rítmica de la música mapuche y que en este material espero llevarla a un lugar tal vez diferente”.
El disco, financiado con la convocatoria 2023 del Fondo de Fomento para la Música Nacional, tendrá un ciclo de actividades de lanzamiento en Valdivia, Puerto Montt y Osorno (29 y 31 de agosto y 1 de septiembre, respectivamente). Además, el 30 de agosto se hará una emisión del programa “La hora azul” del sello Shagrada Medra en YouTube (https://www.youtube.com/@