Con Diana Fuentes, corresponsal de RFI en Guatemala
La segunda vuelta electoral de este domingo 20 de agosto estuvo llena de incertidumbre, pero con mucha participación y cierta esperanza en el futuro.
Con un 58.01%, el progresista Bernardo Arévalo, uno de los fundadores del movimiento Semilla, quien participaba por primera vez como candidato, se quedó con la Presidencia de Guatemala.
“El pueblo de Guatemala ha hablado contundentemente”, “basta ya de tanta corrupción”, dijo Arévalo en sus primeras declaraciones ante la prensa tras ganar el balotaje presidencial con un fuerte discurso contra la corrupción, un mal endémico en el país.
“Ahora, unidos con el pueblo de Guatemala, lucharemos contra la corrupción”, añadió desde un hotel capitalino, además de relatar que lo llamaron para felicitarlo y hablar de una agenda común los presidentes de dos países vecinos, el mexicano Andrés Manuel López Obrador y el salvadoreño Nayib Bukele.
El futuro presidente confirmó que lo llamó el mandatario saliente, el derechista Alejandro Giammattei, para felicitarlo. “Nos sentaremos a realizar un cronograma del plan de transición”, explicó.
“Académico y político poco conocido”
Bernardo Arévalo es sociólogo, doctor en filosofía y lleva 12 años en su trayectoria política, reconocido por ser hijo del expresidente Juan José Arévalo Bermejo y por su trabajo en el Congreso durante los últimos cuatro años.
Con su lema “nueva primavera” y como él mismo se denomina “académico y político poco conocido” que logró convencer a los guatemaltecos para asistir masivamente a las urnas y apoyarlo.
Arévalo finalizó su discurso recalcando que “participar es un acto de defensa de la democracia y en este momento histórico significó un acto de valentía”.
El nuevo presidente es visto con aprensión por la élite política y empresarial que dirige el país, acusada de corrupción. La fiscalía intentó marginarlo del balotaje para impedir su llegada al poder.
La jornada electoral se desarrolló con leves incidentes, pero con mucho entusiasmo al finalizar el día los guatemaltecos salieron a las calles con gritos, cacerolas, juegos pirotécnicos a celebrar a su nuevo presidente Bernardo Arévalo.