Las reacciones a la exposición de Javier Milei en Davos podrían resumirse en las declaraciones de un diplomático holandés, citado por La Nación. “Ahora estoy empezando a comprender. El enemigo del presidente Milei no es el comunismo, que tal vez sería perfectamente comprensible. Somos todos aquellos que defendemos algún modo de regulación de las brutalidades del mercado. Todos, moderados o no, deberíamos ir al infierno con los ‘nazis, los fascistas y la extrema izquierda’… ¡Nunca escuché nada igual! Será interesante saber si tiene razón”, afirmó.
Más directo fue el presidente el gobierno español, Pedro Sánchez, quien respondió a las opiniones libertarias de su par argentino, quien había criticado minutos antes la intervención estatal e instó enfáticamente a los empresarios a no ceder ante lo que él percibe como un poder excesivo y coercitivo ejercido por el Estado, particularmente en el contexto de los impuestos.
“Occidente está en peligro”, dijo Milei. “Los españoles sabemos que las políticas neoliberales no funcionan”, respondió Sánchez, instando a un mayor papel del Estado a la hora de garantizar el bienestar económico y social.
En su alocución, Milei se expresó sobre el “estrepitoso fracaso de los modelos colectivistas“, entre los que incluyó a todas las formas de gobierno occidentales. “Todos. No hay diferencias sustantivas. Socialistas, conservadores, comunistas, fascistas, nazis, social-demócratas, centristas. Son todos iguales.”, aseguró ante el estupor general.
Con matices en su voz durante sus palabras, Milei además remarcó que “el socialismo es un modelo empobrecedor que fracasó” y envió un fuerte mensaje a los empresarios. “El Estado no es la solución, es el problema mismo”, les dijo.
“Hoy estoy acá para decirles que occidente está en peligro. Está en peligro porque aquellos que supuestamente deben defender los valores de occidente se encuentran cooptados por una visión del mundo que inexorablemente conduce al socialismo, y en consecuencia, a la pobreza. Lamentablemente, en las últimas décadas, motivados algunos por el deseo bienpensante de querer ayudar al prójimo y otros por el deseo de pertenecer a una casta privilegiada, los principales líderes del mundo occidental han abandonado el modelo de la libertad por distintas versiones de lo que nosotros llamamos colectivismo”, señaló.
Señaló además que “la justicia social es una idea injusta porque es violenta. Porque el Estado se financia a través de impuestos, que se cobran de manera coactiva. ¿o acaso alguno de ustedes puede decir que paga los impuestos de manera voluntaria? El Estado se financia de la coacción, y a mayor carga impositiva mayor la coacción”.
“Hoy los Estados no necesitan controlar los medios de producción para controlar la vida de los individuos”, consideró Milei sobre el nuevo socialismo y mencionó a los “neomarxistas” que controlan universidades y la producción cultural, mientras en la arena política dan peleas por el femenimos y el medio ambiente. Esta última idea de tildar de neomarxistas a las luchas feministas y por el cambio climático, despertó risas entre el público.