El partido del primer ministro Narendra Modi, el Bharatiya Janata Party (BJP, Partido Popular Indio), se perfila como ganador de las elecciones legislativas de India con 38,1% de los votos, tras el escrutinio de tres cuartos de los sufragios.
Con ello, BJP y sus aliados tendrán 286 de los 543 escaños de la cámara baja del Parlamento, por debajo de los 353 obtenidos en las elecciones de 2019. Sin embargo, la cifra está por encima de los 272 escaños necesarios para tener mayoría absoluta.
En tanto, el principal partido opositor, Congreso Nacional Indio, parece encaminado a casi duplicar su número de escaños con 99 legisladores, desde 52 en el Parlamento saliente.
“El BJP no logró ganar una amplia mayoría en solitario. Es una derrota moral para ellos”, declaró el legislador opositor Rajeev Shukla.
Después de una década promoviendo su agenda nacionalista hindú, el dirigente de 73 años se dirige hacia un tercer mandato a pesar de las acusaciones de la oposición y las inquietudes por los derechos de las minorías religiosas.
La caída en el apoyo al BJP y sus aliados repercutió en la bolsa india, con una baja de 7% en el índice referencial Sensex. Las acciones de la unidad principal de la empresa Adani Enterprises, propiedad de un aliado clave de Modi, Gautam Adani, perdieron 25%.
“Desconectado de la sociedad india”
Para Modi, este resultado “significa poner un poco los pies en la tierra y darse cuenta de, probablemente, cuáles son los errores que han podido cometer tanto él como su partido, dado que había una gran confianza en que iban a arrasar”, señaló a RFI Ana Ballesteros, integrante del Centro de Información y Documentación Internacionales en Barcelona (CIDOB).
“Ellos incluso se habían propuesto, de una forma muy altanera, que iban a superar los 400 escaños, una medida de hasta qué punto el partido estaba ya desconectado de la sociedad india”, sostuvo Ballesteros.
Sin embargo, afirmó que “sí es cierto que hay una parte del electorado que compra esa ideología y en zonas que se denominan como el corazón hindú, sobre todo en el norte del país, sí que hay una polarización ideológica que es afín a este tipo de ideologías”.
“Pero, en general, la población en India ha votado por la economía, por el desarrollo, por que ese crecimiento económico se reparta entre todos los sitios. Yo creo que esta polarización no ha sentado bien entre varios sectores de la sociedad que reclaman mayor atención a otros temas como el desempleo, el cambio climático, la contaminación, el acceso a servicios que no están disponibles para toda la población”, matizó.
Aunque el jefe de la comisión electoral celebró un “récord mundial” de 642 millones de votos en los comicios, la participación cayó ligeramente respecto a 2019, del 67,4% al 66,3%.
Los analistas atribuyen este declive a las altas temperaturas de las últimas semanas en el norte de India, a menudo alrededor de los 45 ºC. Al menos 33 empleados electorales murieron de golpes de calor el sábado en el estado de Uttar Pradesh, donde el termómetro alcanzó los 46,9 ºC.