El miércoles, Deportivo Palestino empató con Independiente de Medellín, lo hizo como nos tiene acostumbrados, representando dignamente al futbol chileno y al pueblo palestino en el ámbito internacional. Una fría noche de invierno santiaguino más de 12 mil hinchas repletaron la Tribuna Andes del Estadio Nacional apoyando algo infinitamente más profundo que un buen equipo disputando los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Deportivo Palestino representa a la diáspora palestina en Chile, pero mucho más que eso, se ha convertido en uno de los principales emblemas de la causa palestina, simplemente con su existencia y profunda identidad con la tierra de sus fundadores. Gracias a este club, la bandera del pueblo palestino hace más de 100 años recorre Chile y el continente para decir: estamos aquí, Palestina existe y no pueden borrarnos del mapa.
No es sólo el nombre, la bandera y los colores. La creación de escuelas de fútbol en Palestina y las permanente imágenes, símbolos y los a veces silenciosos, pero siempre elocuentes, mensajes de empatía con el dolor del pueblo que representa, tanto por parte de jugadores como de hinchas, han hecho que los palestinos sientan que el Tino Tino es su “segunda selección nacional” y que tenga seguidores en el mundo entero. Así, el conjunto árabe es un recuerdo constante de la lucha palestina, de la resistencia, la perseverancia, la negativa a desaparecer.
Esas 12 mil 500 personas, quizás la mayoría sin sangre palestina por sus venas, pero llenos de conciencia, estuvieron en el principal recinto deportivo del país no solo para alentar a un equipo, reclamar por una falta, aplaudir una gran jugada o gritar un gol. Gritaban por la euforia de estar allí, de decirle al mundo que Palestina existe y resiste, que estamos vivos, para expresar el desgarro del alma, para que nuestras voces, de alguna manera, lleguen a Gaza y a toda Palestina con el mensaje de que no los hemos olvidado y nunca lo haremos.
Al final del día, todo eso representa nuestro Club Deportivo Palestino. De ahí que la lealtad de los hinchas no depende de sus victorias y derrotas, porque ellos llevan nuestro pueblo en la camiseta, nuestra existencia en cada jugada, nuestros corazones en sus gritos. Por eso hoy y por eso siempre decimos ¡gracias Tino, Tino por ser “Más que un equipo, todo un pueblo”!