Lejos de destacar la calidad o el valor nutricional del salmón criado en Chile, el New York Times nuevamente devela cómo una industria gigantesca de una especie extranjera genera controversia por sus innumerables traspiés en el funcionamiento de la piscifactoría. Esta industria que representa la segunda mayor exportación en Chile luego del cobre, también arrastra una gran huella de conflictos ambientales como sobreproducciones masivas, campañas de desinformación y más de 70 procesos sancionatorios en contra de varias compañías.
El medio estadounidense puso a disposición a su equipo de prensa nuevamente en el territorio chileno para poder investigar sobre el principal exportador de salmón de piscifactoría a EEUU, y con especial foco en la región de Magallanes, donde la industria del salmón ha traslado sus concesiones, luego de dejar en condiciones anaeróbicas sus centros de cultivo ubicados en la región de los Lagos, como aseguran ambientalistas de ese territorio. Y para dar cuenta de ello el documental Estado Salmonero, se encargó de ponerlo en imágenes.
“Lo que para algunos es una historia de éxito económico, es también una depredación, contaminación y pérdida de biodiversidad. Uno de los tantos factores problemáticos del cultivo de salmón, para el océano y la salud pública es el uso de antibióticos. Y desde la industria dice haber encontrado una solución, las aguas limpias y frías de la región de Magallanes”, puntualizan desde Patagonia Chile a través de sus redes sociales, refiriéndose al reportaje de NYT.
“Los impactos en los Lagos son acumulativos en el tiempo, la verdad para no dañarlos de una manera irreparable, la acuicultura debe salir”, señaló en su momento para el área de reportajes de MEGA, Sady Delgado, el entonces gerente general de Aqua Chile, quien para celebrar el día del medioambiente anunciaba su salida productiva de los lagos hacia un cultivo en tierra. Actualmente la misma empresa mantiene 320 concesiones y 15 pisciculturas, y dos de estos centros de cultivo, según un reportaje de CIPER Chile, cosecharon desde el 2022 más de 22.000 toneladas de salmones dentro del Parque Nacional Isla Magdalena (Región de Aysén), sin contar con una Resolución de Calificación Ambiental (RCA).
Tal como señala el NYT, un informe realizado en abril para las Naciones Unidas calificaba la salmonicultura de “una de las principales amenazas para el medioambiente que enfrenta la Patagonia”. David R. Boyd, profesor asociado de la Universidad de Columbia Británica, quien elaboró el informe de la ONU, recomendó suspender “la expansión de la acuicultura del salmón a la espera de un análisis científico independiente de los impactos medioambientales adversos”. Esta petición fue rechazada por la industria.
“Queremos que se vayan de nuestro territorio”, señaló Leticia Caro, activista y miembro de la comunidad Kawésqar Nómades del Mar durante el del documental Corazón Salado estrenado el 2023, que muestra cómo la salmonicultura ha llegado a la región más austral del país y la oposición de parte de varias comunidades, tanto indígenas, científicas y pescadores. Actualmente, la salmonicultura en Magallanes tiene más de 130 concesiones a la espera de aprobación.
Para poder leer en detalle de la investigación periodística internacional del New York Times, puedes leer la versión en español del reportaje aquí.