Cerca del mediodía (hora de Chile) el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro tomó posesión del cargo en la sede de la Asamblea Nacional, tras las elecciones del pasado 28 de julio, en las que la oposición y la comunidad internacional, denunció fraude en el recuento de votos.
El acto se realizó bajo un estricto protocolo de seguridad y fue conducido por el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. Con esto, Nicolás Maduro asumirá un nuevo período al mando de Venezuela por los próximos seis años. Esto, pese a que la mayoría de la comunidad internacional no reconoce la legitimidad de su triunfo.
A la ceremonia asistieron representantes de naciones aliadas al país caribeño como: el Presidente de Nicaragua Daniel Ortega y su símil de Cuba, Miguel Díaz. Además de, otras 120 delegaciones de países sin aludir a los rangos de los asistentes y detallando que asistieron un representante de Rusia y China.
Recordemos que, en las elecciones del año pasado, las autoridades electorales leales al partido gobernante declararon ganador a Maduro horas después de que cerraran las urnas, pero jamás se dieron detalles del conteo de los votos. Por otra parte, la oposición recopiló actas de más del 80% de las máquinas de votación electrónica y aseguró que en base a esos documentos Edmundo González fue el ganador por amplia diferencia.
Previo a la entrega de la banda presidencial, Nicolás Maduro, realizó el tradicional juramento, en el cual se comprometió a trabajar para el pueblo bolivariano. “Juro por Bolívar, por Sucre, por Manuel Asin, por la memoria eterna de nuestro amado jefe Hugo Chávez, y por el aguerrido y noble pueblo de Venezuela, que haré cumplir todos sus mandatos, todas las obligaciones de la Constitución y las leyes de la República. Inauguro el nuevo período de la paz, la prosperidad y la nueva democracia”, expresó Maduro.
Después de recibir el poder, el mandatario declaró que “esta toma de posesión venezolana, constitucional, no la pudieron impedir y es una gran victoria de la democracia venezolana”.
Por su parte, Edmundo González, prometió llegar a Caracas este viernes para asumir el poder, sin embargo, no estuvo en la jornada. De hecho, el Presidente venezolano bromeó al respecto con la expresión: “¿Ya llegó?”, lo que provocó risas entre los presentes.
Lo último que se supo sobre el líder opositor es que el jueves se reunió con el presidente Luis Abinader de República Dominicana. Posterior a la reunión no existe información sobre un posible viaje a la nación bolivariana.
De todas formas, el Gobierno venezolano decidió cerrar sus fronteras con Colombia, para impedir el ingreso del líder opositor. Así lo anunció este viernes el gobernador del estado Táchira, Freddy Bernal, quien anunció que las fronteras permanecerán cerradas has las 5 de la mañana del lunes. Lo anterior, se definió como una acción en contra de una “conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos”.
Luego de la investidura, hubo reacciones internacionales. La Unión Europea emitió una declaración en la que expresó que, en ausencia de las actas de votación que respalden su supuesta victoria, Maduro “carece de la legitimidad” de un presidente elegido democráticamente.
Además, Estados Unidos publicó las recompensas por la captura de distintas autoridades venezolanas. En primer lugar, Nicolas Maduro, quien tiene una orden por 25 millones de dólares, misma cantidad ofrecen por información que lleve a la detención del ministro del Interior, Diosdado Cabello, y otros 15 millones por el arresto del ministro de Defensa, Vladimir Padrino.
Maduro respondió al país norteamericano y en un tono victorioso dijo que “el poder de Estados Unidos, junto a sus esclavos en América Latina, convirtieron la elección de Venezuela en una elección mundial. Y se la ganamos“.
Desde Chile son muchas las voces que se manifestaron en contra de este irregular proceso. Este jueves, la senadora Demócrata, Ximena Rincón, señaló que se debe respetar la opinión del pueblo de Venezuela puesto que “González ganó las elecciones, él tiene que asumir la Presidencia de la República en Venezuela“.
La Senadora presionó al Presidente Gabriel Boric para “hacer que la comunidad internacional se reúna y convoque al respeto a las elecciones libres“, las cuales “no están siendo respetadas por el dictador Nicolás Maduro”.
La oposición venezolana y varios actores internacionales siguen exigiendo el respeto a los resultados de las elecciones y a la voluntad popular. Con el cierre de fronteras, Maduro se mantiene firme en su posición, lo que garantiza que la tensión política en Venezuela continuará siendo un tema central en la agenda mundial.