Hace menos de un año, Dominique Strauss-Kahn era el favorito en las encuestas para ganar las presidenciales cuya primera vuelta se celebrará el próximo 22 de abril. Hoy, en cambio, se halla en las tenazas de la justicia de su país y la de Estados Unidos.

“DSK” enfrenta este miércoles la apertura del proceso civil por agresión sexual contra la empleada de hotel Nafissatou Diallo, dos días después de su inculpación en Francia por “proxenetismo en banda organizada”. Strauss-Kahn fue dejado a comienzos de esta semana “en libertad bajo control judicial” por un juez francés.

Ni Strauss-Kahn ni Diallo están obligados a participar en la audiencia que se iniciará hoy en horas de la tarde en un tribunal de Bronx (al norte de Nueva York). En vista de la inconsistencia de las declaraciones de Diallo, la fiscalía de Manhattan tuvo que dejar caer los cargos penales contra DSK. Pero la empleada podría lograr una sentencia a su favor en el proceso civil.

Sobre todo teniendo en cuenta que la defensa de DSK puede verse debilitada por su inculpación en Francia. Los magistrados a cargo del caso del Carlton de Lille tratan de determinar si Strauss-Kahn sabía o no que las mujeres que participaban en las fiestas libertinas a las que él asistía eran prostitutas.

Los abogados de Strauss-Kahn pidieron que se cerrara la demanda civil argumentando que su cliente gozaba en ese momento de inmunidad judicial en tanto que director del Fondo Monetario Internacional.

Si la justicia decide que Strauss-Kahn no puede ser procesado, “será el fin del caso”, según sus palabras. Si, en cambio, el juez acepta los argumentos de los abogados de Nafissatou Diallo, según los cuales DSK no tenía inmunidad diplomática, empezará entonces un largo proceso.

En Nueva York, los abogados de Diallo ya han hecho saber que están dispuestos a viajar a Francia en caso de ser necesario para interrogar a Strauss-Kahn, que nunca dio a la justicia su versión de los hechos ocurridos en el hotel Sofitel.

Hasta el momento, los abogados de Diallo y Strauss-Kahn han descartado un acuerdo extra-judicial, que evitaría un juicio con un jurado popular. Los abogados de la empleada del hotel exigen un monto no precisado de dinero por concepto de daños y perjuicios. Según los expertos, la suma podría ser muy elevada.