La Oficina Nacional de Estadísticas (ONS) británica anunció este miércoles que el Reino Unido entró técnicamente en recesión tras un segundo trimestre de contracción. El Interior Bruto (PIB) se contrajo un 0,2% en los tres primeros meses de 2012, luego de decrecer un 0,3% en el último trimestre de 2011.
La contracción obedece a la mayor caída en tres años del sector de la construcción (-3%), mientras que el manufacturero tampoco logró ir del lado positivo en el primer trimestre.
El ministro de Finanzas, George Osborne, confirmó la información de un regreso a la recesión -lo estuvo durante cinco trimestres entre abril de 2008 y junio de 2009-, al tiempo que confirmó el rumbo de ajustes del gobierno conservador del primer ministro británico David Cameron.
“Lo único que agravaría todavía más la situación sería abandonar nuestro programa, que es creíble, y aumentar deliberadamente nuestro déficit público y crear todavía más deuda”, declaró Osborne.
Para la oposición laborista, la recesión, que no había sido pronosticada por los analistas, es la confirmación de que la política de austeridad draconiana defendida por Cameron “mató el crecimiento”.