Un total de diez nuevos carros lanzagua sumará Carabineros a su indumentaria disuasiva, que estarán disponibles de manera gradual a partir de los primeros días de junio.
La compra significó que la institución desembolsara un total de 3 mil 200 millones de pesos, adquisición que, según el subdirector de Gestión y Control de Adquisiciones, Jorge Garrido, “no tiene relación con los incidentes ocurridos el año pasado”.
Sin embargo, la transacción ha generado suspicacias no sólo por el contexto en el que se da, sino porque se hizo de “trato directo” con la empresa Pirecsa. Respecto de ello, Garrido precisó que todo “se ha hecho en el marco de las normas jurídicas que regulan la materia. Aquí hubo llamados a licitación de carácter concursal que no prosperaron. Esta compra se está tratando de realizar desde 2008”.
Los nuevos vehículos cuentan con pitones de agua a los costados y en el frontis del carro para evitar que los manifestantes puedan trepar sobre ellos.