Con cortes prolongados en los accesos a las minas, marchas y asambleas en las ciudades mineras, la Confederación de Trabajadores del Cobre (CTC) protestó este jueves contra lo que consideran como un creciente proceso de precarización laboral.

Hasta la noche se extendió la movilización en ciudades como Diego de Almagro y El Salvador, en que la CTC acusó un creciente proceso de pauperización de su trabajo, vinculado a excesivas ganancias de la industria minera y flexibilización del empleo.

Según explicó el presidente de la CTC, Cristián Cuevas, en la industria privada se han buscado distintos resquicios para terminar con avances que lograron los trabajadores en las huelgas de 2006, 2007 y 2009: “En BHP Billiton y Angloamerican, estos últimos meses y semanas, ha habido persecución, despido de trabajadores, no se ha facilitado la constitución de sindicatos y se ha ido empobreciendo la relación de los trabajadores. Tienen que cambiar las reglas del juego y en el caso particular de Codelco, se han estado entregando licitaciones a transnacionales y consorcios, que están buscando formas de contratación a través de suministradores y enganchadores”, dijo.

El dirigente criticó en particular la conducta de la actual administración de Codelco, encabezada por Diego Hernández: “En Codelco se proyecta reducir a cinco mil los trabajadores contratistas, acortando los contratos. Es decir, contratos que estaban proyectando a cinco años, se acortan a tres y disminuyendo la mano de obra, lo cual está golpeando a nuestro sector”, indicó.

En ese sentido, Cueva señaló que “la propia CTC va a estar el martes en la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, adonde vamos a ir a denunciar esta situación y sobre todo que no basta con que se firmen grandes acuerdos con la CPC, con los industriales, si no se constata la realidad diaria que viven los trabajadores”.

La movilización de este jueves incluyó cortes de ruta en Calama y Chuquicamata, pero según la CTC el propósito no era impedir el funcionamiento de los yacimientos, sino demostrar que los más de 50 mil trabajadores pertenecientes a la organización están en estado de alerta.

Así, evaluaron la jornada como exitosa y esperan que sus demandas sean atendidas por el Presidente Sebastián Piñera en su discurso del 21 de mayo. De no ser así, los trabajadores comenzarán a coordinarse para una jornada de paralización nacional.