Johnny Herrera arriesgaría más de 3 años de cárcel por nueva detención en estado de ebriedad

Sin medidas cautelares resultó el portero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera, quien declaró en la Fiscalía de Quintero, luego de ser detenido conduciendo en estado de ebriedad en Maitencillo. Pese a ello, el arquero ha sido fuertemente criticado por protagonizar un nuevo incidente por ingesta de alcohol y podría arriesgar no solo la formalización por este caso, sino la reapertura del juicio por cuasi delito de homidicio de la joven a la que atropelló en 2009 y por el que llegó a un acuerdo extrajudicial.

Sin medidas cautelares resultó el portero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera, quien declaró en la Fiscalía de Quintero, luego de ser detenido conduciendo en estado de ebriedad en Maitencillo. Pese a ello, el arquero ha sido fuertemente criticado por protagonizar un nuevo incidente por ingesta de alcohol y podría arriesgar no solo la formalización por este caso, sino la reapertura del juicio por cuasi delito de homidicio de la joven a la que atropelló en 2009 y por el que llegó a un acuerdo extrajudicial.

Este jueves el arquero de la Universidad de Chile, Johnny Herrera, se presentó en la Fiscalía de Quintero para prestar declaración, luego que fuera detenido la madrugada del lunes pasado a la salida de una fonda en Maitencillo por conducir en estado de ebriedad.

En la ocasión el portero guardó silencio y solo fue su abogado, Cristóbal Guerrero, el que indicó que a Herrera no se le aplicó ninguna medida cautelar, como el arraigo nacional con que se había especulado y que podía dejarlo fuera del partido contra Santos en Brasil por la Recopa Sudamericana el próximo 26 de septiembre

“Mi cliente fue citado por el Ministerio Público y él concurrió a cumplir con su obligación. Ahora hay que esperar el curso del procedimiento”, aseguró  Guerrero, quien no quiso responder más preguntas.

Aunque el portero arrojó 1,06 gramos de alcohol por litro de sangre en el alcotest que se le realizó en el mismo lugar de su detención, lo que según su contextura física equivaldría, por ejemplo, a cinco copas de vino; el fiscal de Quintero esperaría los resultados de la alcoholemia para establecer la existencia de delito y la eventual formalización de Herrera.

Según la nueva Ley de Alcoholes, que entró en vigencia el 15 de marzo pasado, se redujeron las graduaciones alcohólicas para los dos estados etílicos que establece la normativa: para “estado de ebriedad” ahora se considera desde los 0, 8 gramos hacia arriba, mientras que para “bajo la influencia del alcohol” se estima desde los 0,31 grados en adelante.

Con anterioridad, el deportista se refirió a los hechos, admitiendo que  “de algún modo fui irresponsable, porque si bien no andaba manejando, saqué el jeep de un amigo de un lugar muy difícil y me encontré de frente con Carabineros en un control rutinario. Mi amigo no sacó el jeep por miedo”. No obstante, manifestó también su sorpresa por la expectación periodística que produjo su detención: “También es como normal. Un futbolista del equipo más grande del país, el arquero. Si hubiese sido un simple mortal, común y corriente, prácticamente no se hubiese sabido nada”, sostuvo en una breve conferencia de prensa en el Centro Deportivo Azul el lunes.

Sin embargo, la propia directora del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda), Francisca Florenzano, criticó el actuar de Johnny Herrera calificándolo como “una vergüenza”, sobre todo por el accidente que el meta ya había protagonizado bajo los efectos del alcohol, asegurando “que nadie está por sobre la ley”.

“Sentimos que es extremadamente grave, esta es una persona que, independientemente si es famosa o no, tiene una accidente gravísimo a su haber y, no obstante eso, sigue sintiendo que tiene el derecho absoluto de tomar la decisión y hacer lo que quiere”, señaló Florenzano en relación a lo ocurrido en 2009, cuando Herrera atropelló y mató instantáneamente a la joven  Macarena Cassasus (21), cuando conducía con 0,46 gramos de alcohol por litro en la sangre, a 90 km/hr por avenida Ossa en La Reina.

Es justamente este antecedente el que más podría complicar al arquero, pues según la coordinadora de la Clínica Jurídica de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile, Daniela Ejsmentewicz, al no cumplir con la salida alternativa a la que llegó por ese caso, el juicio podría reabrirse arriesgando Herrera más de tres años de cárcel.

“La pena que él arriesgaría sería, además del delito que cometió ahora – si es que se acredita-, es la reactivación del proceso anterior que tenía, donde puede ser condenado a un pena superior a tres años. La vez anterior él atropelló a una persona en estado de ebriedad y se abrió un proceso, pero accedió a una salida alternativa, donde se le dio la oportunidad de cumplir con ciertas condiciones  por un determinado plazo para terminar con la causa.  Si él no cumplió con los requisitos que le dio el juez, el proceso se reactiva, el proceso que estaba suspendido podría volver a comenzar”, explicó  Ejsmentewicz.

Efectivamente, aunque Herrera fue formalizado por este caso por cuasi delito de homicidio, el arquero llegó a una salida alternativa en enero de este año, “gracias a su irreprochable conducta anterior”, donde se contemplaba el pago de 25 millones de pesos por concepto de indemnización a la familia de Macarena Cassasus, la suspensión de su licencia de conducir por seis meses, firma semanal en el tribunal y la donación de implementos deportivos a escuelas de fútbol de menores con bajos recursos. De no cometer ningún delito en el curso de un año, la causa sería sobreseída, lo que ahora quedaría en duda.

No obstante, de acuerdo a la abogada de la Universidad de Chile, en el caso de la detención en Maitencillo, el portero tampoco podrá ser considerado como reincidente, pues la nueva Ley de Tolerancia Cero no es retroactiva, por lo que en los nuevos delitos cometidos bajo esta legislación no consideran los antecedentes de la antigua normativa. De hecho, si es formalizado por este caso, arriesgaría dos años de suspensión de su licencia de conducir, además de una pena de presidio menor de entre 61 y 540 días de presidio más una multa económica de entre 2 y 10 UTM. De haber sido reincidente, la suspensión sería de cinco años y en la eventualidad de una tercera infracción, la suspensión sería de por vida.

También se comentó que al portero se le habría requisado una licencia de conducir adulterada, lo que fue desmentido por Herrera, pero de ser cierto configuraría un nuevo delito, el de falsificación de instrumento público.

Pese a ello, el jugador de la Universidad de Chile ha recibido el apoyo del plantel y de su técnico, Jorge Sampaoli, así como también de la hinchada del club azul, quienes han manifestado su respaldo irrestricto al guardametas.





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