Este domingo estallaron combates entre el ejército y los rebeldes en Damasco, después de que las fuerzas gubernamentales bombardearan los bastiones de la oposición en las afueras de la capital durante la noche, anunció el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
El sábado, la violencia provocó al menos 101 muertos en todo el país, 50 en la región de Damasco, sobre todo en las afueras sur y noreste, según un balance del OSDH, organización con sede en el Reino Unido que obtiene sus informaciones de una red de militantes y de médicos civiles y militares.
Nueve niños figuran entre las víctimas registradas el sábado, destacó el OSDH.
Este domingo por la mañana, estallaron combates al sur y al este de capital, provocando al menos un muerto entre los rebeldes, y en la ciudad misma, según la misma fuente.
El Consejo general de la revolución siria, red de militantes en el terreno, confirmó que había combates en el barrio de Qadam, en el sur de Damasco, y dio cuenta de intensos bombardeos en zonas del sur de la ciudad.
Al suroeste de la capital, el ejército reinició sus bombardeos contra Daraya, objetivo de un importante operativo militar desde hace varios días, según el OSDH.
La periferia de Damasco se encuentra ahora en el centro de los combates y el régimen trata de reconquistar un radio de ocho kilómetros alrededor de la capital, que quiere conservar a todo precio para estar en posición de negociar una salida del conflicto, según los expertos.
Por la noche, la fuerzas del régimen también bombardearon el barrio de Sajur, en Alepo, la gran metrópoli del norte, donde los combates están en punto muerto al cabo de cuatro meses, lo mismo que varias ciudades en poder de los rebeldes en las provincias alrededor, informó el OSDH.
En total, desde marzo de 2011, cuando comenzó la revuelta contra el régimen de Bashar Al Asad, la violencia ha provocado la muerte de 42.000 personas en Siria, según el OSDH.
En el vecino Líbano, cuatro hombres murieron y una cuarentena resultaron heridos el sábado en Trípoli, en el norte del país, en unos enfrentamientos entre sunitas opuestos al gobierno sirio y alauitas miembros de la misma minoría religiosa que el presidente sirio, Bashar Al Asad, indicó un responsable de la seguridad.
Desde el martes, los enfrentamientos entre partidarios y opositores del régimen sirio han causado en Líbano la muerte de 17 personas, entre ellas dos niños.