Balleneros nipones zarpan a la Antártida pese a la oposición ecologista


Una flota ballenera japonesa zarpó este viernes con dirección a la Antártida para su campaña de pesca anual, pese a las amenazas de la organización ecologista Sea Shepherd.

“El buque factoría Nisshin Maru zarpó hoy (viernes) de la isla Innoshima”, en el oeste de Japón, explicó a la AFP Junichi Sato, un responsable de Greenpeace en Japón.

La agencia de prensa Kyodo informó por su parte de que tres navíos balleneros salieron del puerto Shimonoseki (oeste) e iban a sumarse en alta mar al buque factoría.

La Agencia de Pesca japonesa rehusó confirmar a la AFP dicha información. “No difundimos la fecha por razones de seguridad”, indicó uno de los responsables.

En una declaración anterior, aseguró que la flota espera pescar un máximo de 935 pequeños rorcuales y 50 rorcuales comunes hasta marzo.

Unos militantes de la asociación de defensa de la naturaleza Sea Shepherd, instalada en Estados Unidos, esperan a la flota nipona en la Antártida para tratar de impedir la caza de ballenas. Sea Shepherd, que ha enviado por novena ocasión barcos a la zona, ha realizado un gran despliegue este año: cuatro barcos, un helicóptero, tres aviones sin piloto y un centenar de personas.

Hace unos diez días, un tribunal estadounidense ordenó a Sea Shepherd que no se acerque “bajo ninguna circunstancia a menos de 500 metros” de los navíos japoneses cuando naveguen en alta mar. Pero la ONG de Paul Watson, sobre el que la justicia de Costa Rica ha emitido una orden de captura, mantiene su decisión. “Verán que seguimos allí para proteger el santuario de las ballenas en los mares del Sur, con nuestros barcos y nuestras vidas”, dijo Sea Shepherd en su portal de internet.

Los países que se oponen a la pesca de la ballena instaron el jueves a los militantes ecologistas a que se limiten a manifestarse pacíficamente y sin correr riesgos.

Australia, Nueva Zelanda, Holanda y Estados Unidos declararon en un comunicado conjunto que no dudarán en hacer respetar la ley en caso de “actividad ilegal”.

La semana pasada, las autoridades japonesas indicaron que habrá guardacostas a bordo de los balleneros para garantizar la seguridad del personal ante el acoso de la asociación ecologista.

Japón pesca ballenas amparándose en la tolerancia de la Comisión Ballenera Internacional (CBI) con la caza con fines de investigación, aunque la carne acabe en los comercios nipones. El organismo internacional prohíbe toda pesca comercial. Tokio defiende que la pesca de los cetáceos forma parte integrante de la cultura japonesa.

Sea Shepherd reprocha también, con otros, a los japoneses de cazar delfines, en particular en la bahía de Taiji, que se hizo célebre por el documental ‘The cove, la bahía de la vergüenza’.

La asociación, en pie de guerra con Tokio, anunció a mediados de diciembre que apoya a Pekín en un litigio sobre la soberanía de las islas del mar de China oriental, administradas por Japón bajo el nombre de Senkaku pero reivindicadas por China como Diaoyu. “El control de Japón sobre estas islas llevaría a una mayor masacre de delfines y ballenas en sus entorno”, señaló la ONG.





Presione Escape para Salir o haga clic en la X