Al parecer este 2013 va a estar marcado no sólo por la elección presidencial y parlamentaria, sino que también por el agudo conflicto que se vive en la región de La Araucanía.
En este marco, más allá de la coyuntura que se está viviendo en la zona, el pueblo mapuche le exige al Estado chileno que le dé una solución razonable a su demanda histórica por la propiedad de tierras ancestrales.
Una de las organizaciones mapuches que se distingue por levantar con fuerza sus demandas es la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), que por medio de un comunicado señaló este lunes que sus líderes, Héctor Llaitul, y Ramón Llanquileo, confirmaron que, pese a los beneficios obtenidos esta semana, mantendrán la huelga de hambre.
Después del atentado a la familia Luchsinger -McKay, Héctor Llaitul fue llevado desde la cárcel de Angol al penal El Manzano de Concepción, y afirmó que no se le comunicó ni a él ni a sus familiares la razón de su traslado. Esto mientras afirma que, de forma paralela, se negó la salida de fin de semana a Llanquileo.
En principio, el texto explica las razones de los comuneros mapuches para mantener la medida de presión: “A pesar de obtener el beneficio de rebaja de condena lo que es un derecho para cualquier preso común continuará con la huelga de hambre iniciada el pasado 14 de noviembre hasta el logro de tres condiciones”, dice el texto.
En concreto, las exigencias de los mapuches son: “La salida de fin de semana inmediata para Ramón Llanquileo, atención de salud, específicamente de oftalmología y traumatología, y la devolución a la Cárcel de Angol, la única que presenta condiciones de segregación para los mapuche”.