El libro Shoot in Chile, editado por la Comisión Fílmica de Chile, financiado por el Consejo de la Cultura y las Artes (CNCA) y prologado por el ministro Luciano Cruz-Coke, busca promover al país como destino de filmación y está dirigido a productores extranjeros, principalmente estadounidenses.
En el capítulo “Siete razones para filmar en Chile” (página 198), el texto destaca que el país cuenta con productores y técnicos bilingües, “todos no sindicalizados” (“all non-unionized”), además de facilidades para la posproducción. Esto, indica el documento, facilita que los cineastas puedan concretar sus ideas.
La afirmación provocó la molestia del Sindicato del Cine (Sinteci), que envió una carta al ministro Luciano Cruz-Coke en la que calificó la afirmación como “inaceptable” y pidió el pronunciamiento del secretario de Estado, además de que los libros sean corregidos con la misma publicidad que se dio a su lanzamiento.
No fue Cruz-Coke quien respondió, sino la Comisión Fílmica, que publicó una aclaración en la que sostuvo que la frase en inglés “non unionized” solo aludía a que los trabajadores locales no tienen el sistema de contratación estadounidense y que se trata de una “falta de precisión” y un “error de redacción” que sería rectificado. Consultado por Radio Universidad de Chile, el CNCA indicó que no harían más declaraciones.
Esta explicación no satisfizo al Sindicato del Cine, cuya presidenta, Margarita Marchi, consideró que “es más de lo mismo”. La dirigente explicó que países como Estados Unidos, México, Brasil o Argentina, entre otros, establecen medidas de protección a sus industrias obligando a los productores extranjeros a comunicarse con gremios locales o tomar medidas de compensación a éstos.
En ese sentido, cuestionó también la aclaración: “No nos parece que sea planteado como una ventaja comparativa, porque lo que representa eso es el nivel de desprotección en que estamos respecto a la defensa que hace el Estado de nuestros derechos. Es lo mismo, es una extensión más de lo que dijeron antes. Mejor que no digan nada más. Aceptando que lo que quisieron decir es eso, que no hay una exigencia del empresario de llegar y contactarse con el sindicato, que no están diciendo que no estamos sindicalizados, consideran que es una ventaja comparativa, que el empresario puede venir y no hay posibilidad de defensa”, dijo.
En esa línea, Margarita Marchi cuestionó que el Gobierno, con el objetivo de convertir al país en una plaza interesante para la industria, promueva “que somos baratos, que no exigimos y que nadie les va a complicar la vida, que pueden hacer lo que quieren. De hecho, hay videos vinculados a la promoción de este libro que decían que los talentos, es decir, los actores y actrices, son de bajo costo. ¿Cómo es posible que el Estado promocione eso? Es una vergüenza”.
Por eso, la presidenta de Sinteci adelantó que enviarán una nueva misiva a Cruz-Coke cuestionando la aclaración y pidiendo que sea él mismo quien dé explicaciones.
A esto apuntó también el diputado PPD Ramón Farías, quien anunció que pedirá que el ministro acuda a la comisión de Cultura de la Cámara para explicar lo ocurrido: “Es un error, por decirlo de alguna manera, gravísimo. No es algo baladí o una tonterilla, es imagen país y lo que el país está diciendo respecto de sus trabajadores. Este libro dice que el país prefiere a sus trabajadores no sindicalizados, que vengan todos para acá porque hay chipe libre. Que les paguen lo que quieran, que si quieren no les pagan porque no hay ninguna protección y nosotros los vamos a apoyar a ustedes y no a nuestros trabajadores. Eso es lo que está diciendo y es la explicación que tiene que dar el ministro”, indicó.
El parlamentario dijo esperar además un pronunciamiento de la ministra del Trabajo Evelyn Matthei sobre el tema, mientras el Sindicato del Cine prepara una nueva respuesta al Consejo de la Cultura que se publicará esta semana.
En tanto, el representante de las artes audiovisuales en el comité consultivo del CNCA, Ricardo Loebell, manifestó no estar enterado del contenido exacto del texto y dijo que pedirá más información a las autoridades, pero mostró sus reparos: “Quiero ver de qué se trata, sería grave, porque no es una ventaja que los chilenos tengan que someterse a las leyes del libre mercado y venga cualquier productor y utilice la fuerza de trabajo y haga lo que quiera con ella. Eso no es una ventaja”, aseguró.