La obesidad es una de las grandes epidemias de nuestro siglo, más del 90% de los chilenos son sedentarios y en los niños cada día aumenta de manera vergonzosa los índices de sobrepeso en la comunidad escolar. La obesidad infantil superó por primera vez el 10 por ciento en Chile durante 2012 alcanzando la medición, efectuada por el Ministerio de Educación, un 10,3 por ciento entre los menores de seis años.
Varita mágica: El bypass gástrico. A “corchetear”, a operar y la consciencia descansar.
Recuerdo en mi época de escolar, que la educación física era un ramo obligatorio y además teníamos actividades extra programáticas. Hoy en día, la excesiva contaminación tecnológica nos ha llevado a cambiar el trabajo y la enseñanza en educación preescolar y escolar. La computación, los celulares, los nuevos televisores, fantasía y ciencia ficción por doquier ha generado un cambio tan importante y desastroso a la vez para la salud, que incluso los colegios forman parte de este cambio. Se han cambiado horas de actividad física por horas de computación.
Si bien la computación y la tecnología son aliados para un trabajo y una educación más eficiente, se han convertido poco a poco en los peores enemigos del ser humano, no sólo a nivel físico, sino que también a nivel emocional. Pasamos más horas frente al computador que sentados en la sobremesa en un domingo familiar, también elegimos horas de televisión en reemplazo de la vida al aire libre.
Cada día estoy más convencida de que mantener enchufados a los niños a la televisión y de los juegos tecnológicos actuales es muy fácil y cómodo para los adultos, ya que los fines de semana se han convertido en juegos virtuales y no en conversaciones familiares. Es mucho mejor y más cómodo dejar al niño frente al televisor, ya que así, el adulto puede aprovechar ese tiempo trabajando (luego alegan que están estresados).
Tal como entiendo el estilo de vida de un vegano, de un vegetariano, de un deportista, también entiendo la obesidad como una elección. Creo que todo radica finalmente en hacernos responsables de las elecciones que tomamos. Muchas de las personas con las cuales converso, me dicen que el origen de su sobrepeso es porque están gran parte del día frente al computador.
Las dietas, los suplementos alimenticios, las máquinas de hacer ejercicio, las ofertas en un comercial de televisión al estilo ¡Llame ya! Son las mejores soluciones parches definitivamente para un país, que no asume su sobrepeso o mejor dicho su sobre grasa como una elección. ¿Qué pasaría si la obesidad fuera considerada como una discapacidad?
El cuerpo es nuestro templo, nos va a acompañar hasta el último día de nuestras vidas. Entendiendo esa frase como una verdad absoluta, ¿Por qué lo maltratamos de esta manera?
Señores lectores, la obesidad es una discapacidad, esté o no definida como tal. Ustedes eligen fumar como fuman, tomar como toman, comer como comen. Pero no asumen las consecuencias de esto, ¿están seguros que el problema es del computador? ¿Están seguros que el problema es el trabajo? ¿Están seguros que el problema es que “no hay información”?
Asuman de una vez por todas que el tema ‘obesidad’, que ciertamente es una discapacidad, es de ustedes. Ustedes eligen comer mal, ustedes deciden estar 12 horas frente al computador, ustedes eligen comer dos porciones de arroz en vez de una. Educación respecto de este tema si existe, lo que no existe es conciencia.
Lo más probable es que esta columna tampoco les haga tomar conciencia de que el tabaquismo, el sedentarismo, la mala alimentación, son un suicidio a largo plazo. Pero si les puede hacer ruido respecto de las elecciones que tomamos. Todo en esta vida es una elección.
Tómense unos minutos de esas 10 o 12 horas que están frente al computador, en revisar las consecuencias de la obesidad.
¿Es un tema país? No señores, es un tema de conciencia.
Esta sí es una discapacidad que depende de ustedes prevenir.