Tres temas cardinales están cruzando el contexto del Consejo General del Partido Renovación Nacional, que se realiza el 10 de agosto. Primero, la división con la UDI y con el Gobierno por el acuerdo político de RN con senadores de la Concertación, para realizar cambios al sistema electoral binominal. Segundo, la derrota de Andrés Allamand en las primarias presidenciales del 30 de junio pasado; y tercero, la negociación entre los dos partidos de la Alianza respecto de la lista de candidatos al Parlamento y a concejeros regionales, para la elección de noviembre.
Sobre el tema del binominal, la existencia de un proyecto legal del Gobierno y un proyecto de la dirigencia de Renovación Nacional, ha acentuado las diferencias entre los “piñeristas”, que abogan porque los dos partidos de la Alianza se alineen detrás del manejo del Presidente Piñera (respecto de quien se insinúa que podría repostularse a la Moneda en 2017), y los “larrainistas”, que celebran el manejo político diferenciador de Carlos Larraín.
Al respecto, el senador Larraín dice que Renovación Nacional tiene una cultura de multiplicidad de voces, pero que siempre prima el respeto porque existe un mínimo común denominador.
En esa línea, el presidente del partido oficialista señaló que “nosotros en Renovación Nacional tenemos un mínimo común denominador y nos respetamos, ahora cuál es ese mínimo común denominador en los temas valóricos que se suelen confundir con calóricos y no es necesariamente eso. Somos un partido que favorece la libertad, el estado de derecho, que creemos en que la convivencia tiene que ser regida por una Constitución, bien hecha, como la que tenemos. En política se dicen muchas cosas muy duras y que dejan heridas, pasa en todas partes, incluso en las mejores familias. De repente uno amanece con el pie izquierdo y le dice una pesadez a la señora o al hermano grande. Hay que tratar de evitarlo”.
La ventaja de Carlos Larraín frente al Consejo General de su partido, es que las bases de la colectividad tienden a celebrar la diferenciación frente al Presidente Piñera, porque en variados círculos de Renovación Nacional se estima que el mandatario apostó por Pablo Longueira en la pasada elección primaria del 30 de junio, y que ahí se gestó la idea de oficializar el acuerdo de RN con partidos de la Concertación para cambiar al sistema electoral binominal.
Uno de los críticos de la gestión política de Carlos Larraín ha sido el senador Alberto Espina, quien se alineó con el Presidente Piñera y con su proyecto sobre el binominal. Espina reconoce abiertamente esta diferencia, pero insiste en que estas deben discutirse al interior de RN porque la gente que vota por la Alianza se cansa de estas discusiones.
Por esto, el parlamentario enfatizó que “a esta altura ese es un tema que tenemos que tratarlo internamente nosotros en el partido, porque aquí lo que importa a la gente no son las peleas internas de los partidos, más bien los tienen absolutamente aburridos. Lo que la gente quiere de la centro- derecha es que haya unidad en la centro-derecha, que apoyemos a nuestro candidato presidencial, Pablo Longueira, que saquemos una mayor representación parlamentaria y saquemos adelante el cambio del sistema electoral. No podemos gastar el tiempo en las diferencias que nosotros tenemos, que las tenemos, las tuvimos, que son agudas, son agudas, pero a esta altura en política uno tiene que estar para seguir adelante”.
En sintonía con el manejo de Larraín en Renovación Nacional, se espera que durante el Consejo General del partido no se escatime energía en resaltar al ex abanderado de la colectividad, Andrés Allamand, quien también será proclamado como candidato a senador por Santiago Poniente, y ha insistido en que el objetivo político superior es concretar una alianza con la Democracia Cristiana.