La medición de aptitudes físicas se aplicó en estudiantes de octavo básico durante el año 2012, y revelaron que el 18% de los alumnos presenta obesidad y el 16% tiene sobrepeso, mientras el 46% tiene un peso normal o bajo el ideal.

Comparado con el Simce anterior, aumentaron en tres puntos los niveles de obesidad y sobrepeso, pasando de un 41% a un 44%.

Ante esto, la ministra de Educación, Carolina Schmidt, anunció las inmediatas medidas que la cartera del ramo adoptará, aumentando las horas obligatorias de la asignatura y modificando la alimentación entregada por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas.

“Estamos tomando importantes medidas. Se incrementan las horas de educación física en todos los establecimientos. Se modifica la entrega alimenticia a través de Junaeb, menos calórica, con menos azúcar y sal, aumentando la presencia de frutas y vegetales”, indicó la ministra.

Las cifras también indican que el 23% de los estudiantes tiene riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas y metabólicas en la adultez, peligro al que están más expuestas las mujeres que los hombres: un 25% de ellas presenta riesgo contra un 22%.

El secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación, Sebastián Izquierdo, compartió la inquietud por los resultados, agregando que “tenemos que mejorar y promover, tanto dentro como fuera de los colegios, hábitos de vida saludable y de alimentación sana para evitar que nuestros estudiantes corran el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el corazón”.

“Los resultados nos exigen un esfuerzo de los profesores, sino también en hábitos saludables, incluso los fin de semana, y posterior a las clases. En esto tenemos que sumar no sólo a los planteles, sino también a las familias, para tener una mejor condición física a nivel general”, dijo.

Las regiones de Tarapacá, Atacama y La Araucanía son las que muestran los índices más altos de obesidad y sobrepeso (entre 53% y 48%), mientras que la Metropolitana, el Maule y Los Ríos, no superaron el 42%.