Proyecto Islaysén conecta a artistas nacionales con la vida rural de la patagonia

En el proyecto participan: Catalina Bauer, Sebastián Preece y Máximo Corvalán - Pincheira, con la vida rural de una zona de gran aislamiento en el territorio nacional, al interior de la Región de Aysén.

En el proyecto participan: Catalina Bauer, Sebastián Preece y Máximo Corvalán - Pincheira, con la vida rural de una zona de gran aislamiento en el territorio nacional, al interior de la Región de Aysén.

Islaysén comenzó entre marzo y abril de este año con el trabajo in situ de tres reconocidos artistas de Santiago: Catalina Bauer, Sebastián Preece y Máximo Corvalán-Pincheira, que llegaron a convivir por unos días con familias de campesinos en pequeñas localidades de la comuna de Río Ibáñez, como Puerto Ibáñez, Cerro Castillo y Bahía Murta, al interior de la región de Aysén.

En el sector, se identificaron a tres personas o familias que representan la realidad rural aysenina. Acompañados por una productora y una fotógrafa, cada artista trabajó durante una semana, apoyando en actividades cotidianas, compartiendo experiencias e intercambiando conocimientos, sirviendo todo de base a cada artista para desarrollar su proyecto.

En tres exposiciones individuales sucesivas, las obras estarán entre septiembre y noviembre de 2013 en la Casa de la Cultura de Coyhaique. Se suma al proyecto una publicación de distribución nacional e internacional que será presentada en diciembre, en el Museo de Arte Contemporáneo de Santiago.

A cargo de Catalina Correa (Licenciada en Arte y Diplomada en Administración Cultural UC), el interés del proyecto se cruza con tendencias de arte en residencia, pero resulta bien particular al centrarse en la vida rural de la Patagonia: “Las operaciones han debido conjugar la abstracción del lenguaje artístico y el duro pragmatismo que envuelve las necesidades básicas del ser humano en esta zona: abrigo, alimentación y cobijo. En ellas se desplazan elementos de esta realidad aysenina al ámbito de la creación, para proponer a sus habitantes una visión simbólica de las problemáticas de su entorno”.

El proyecto además da visibilidad a este territorio y a su gente dentro del mapa identitario nacional, posicionando a la región de Aysén como escenario creativo posible, que hoy cobra gran relevancia debido al interés generalizado por su enorme riqueza natural.

“La región de Aysén es un fragmento del territorio chileno cuyas vías de acceso terrestre se encuentran desconectadas del resto del país. Se accede a ella desde Argentina, por mar o por vía aérea. Por otra parte, a causa de su compleja geografía, las rutas al interior de la región presentan una serie de dificultades, lo cual repercute en la más amplia gama de ámbitos cotidianos, como el escaso transporte público, altos precios de alimentos, emigración del campo a la ciudad, pérdida de tradiciones, entre otros, muchos de los cuales fueron los pilares del movimiento social que estalló en marzo de 2012″, dice Catalina.

Además, sostiene que “la situación social de esta región –con la más baja demografía del país– coexiste con un panorama natural prístino y en estado casi salvaje. Estas son las dos caras del aislamiento, lo que podría presentarse como la anti-plataforma artística. Sin embargo, este proyecto pone en valor ciertos rasgos culturales, vinculándolos con el trabajo de los artistas invitados. Por otra parte, esta situación de aislamiento es también una analogía del aislamiento del país con respecto a los principales centros de arte a nivel mundial”.

En Islaysén participan además el curador Rodolfo Andaur (Iquique), la educadora Érica Sánchez (Santiago) y la gestora Magdalena Rosas (Aysén).

Máximo Corvalán Invernadero bosque quemado

Máximo Corvalán Invernadero bosque quemado

 

 

Sebastián Preece

Sebastián Preece

 

 





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