La situación quedó de manifiesto el miércoles pasado después del triunfo de la selección de fútbol sobre España, momento en que la Dirección de Transporte Público Metropolitano cifró en 600 casos los buses destruidos, ya sea por agresiones, incendiados o incluso secuestrados.

El paro fue convocado por la Asociación Gremial Nacional de Trabajadores del Transporte y Afines (Asttra), Fetransa, Fentra, Simtal y organizaciones unitarias del transporte, como consecuencia de que 41 choferes resultaron heridos en las “celebraciones” después del partido. Cuatro de ellos se encuentran en estado grave, por lo que no quieren que esto se repita.

Rodolfo Cid, presidente de Asttra, explicó que, en la mañana, la paralización no se dio como habrían deseado, principalmente por amenazas que recibieron los trabajadores. “Ninguna movilización va a resultar con el nivel de amenaza que han tenido los trabajadores del transporte”, afirmó e indicó que el domingo recibieron llamados telefónicos “hasta última hora”.

En ese sentido, aseguró que está sumamente molesto con que “la preocupación de las autoridades sea sobre los números y los buses dañados y no la integridad física de sus trabajadores”.

Pero el tema de las condiciones laborales de los choferes del Transantiago no es nuevo. Los trabajadores recordaron también el caso de Marco Antonio Cuadra, quien llegó al extremo de quemarse a lo bonzo en reclamo por las condiciones precarias en las que él y sus compañeros desarrollan su labor, donde a la inseguridad se le sumas los bajos salarios, las malas condiciones de infraestructura, la falta de servicios básicos, el pésimo clima laboral, malos tratos, entre otras fallas.

Además, la Confederación Nacional Unitaria de Trabajadores del Transporte (CONUTT) entregó una carta al intendente Claudio Orrego, advirtiendo que conforme a lo que suceda esta jornada con el partido se evaluará la no salida de los buses.

“Si no están dadas las condiciones después del término del partido, los conductores han manifestado generar las condiciones de seguridad y eso significa, lógicamente, no salir a cumplir servicios”, explicó.
Asimismo, agregó que este escenario se repetirá, por lo que “queremos evitar que los conductores sean agredidos, que las máquinas sean destrozadas y, peor, que algún usuario pueda resultar dañados por parte de esa gente que no sabe lo que es una celebración sana”.

En tanto, el sindicato del Transantiago A Luchar anunció para hoy una jornada de reflexión. Su vocero, Manuel Aguilar, afirmó que esperan que se realice una mesa de trabajo con las autoridades. “Para nosotros el problema no es solamente hoy día, es los 365 días del año”.

Por lo mismo, hizo un llamado a las bases a comenzar a discutir la plataforma de lucha antes de que los empresarios intenten detener la organización que está surgiendo.

Los temas a desarrollar en la mesa serían adoptar la negociación por ramas, terminar con las prácticas antisindicales, estatizar el transporte público y ponerle fin al actual Código Laboral, aspectos en los que insistirán con movilizaciones ascendentes, “hasta que se genere el diálogo y se den respuestas concretas”, aseveró el dirigente.

Por su parte, el intendente Claudio Orrego confirmó que para este lunes se realizará un plan de contingencia para evitar nuevos incidentes y solicitó a los chilenos “celebrar con moderación”.