La actividad se desarrolló a las afueras de la Casa Central, adhirieron una serie de organizaciones sociales y políticas. Una de ellas es la agrupación de exiliados chilenos en México.
Su coordinadora Lidida Sepúlveda, hizo un llamado a participar y se refirió a la compleja situación que afecta al pueblo mexicano.
“Todos los que hemos vivido allá tenemos más conciencia, nos repercute más, toda la violencia desatada, que culmina con esto de Ayotzinapa. Nos parece que esto viene hace rato con la muerte de las mujeres, los asesinatos de Juárez, y la violencia que hay en general en todo el Estado”, afirmó y añadió que “no es que se diga que es el narcotráfico ejerciendo su influencia, sino que prácticamente hay una fusión entre algunos Estados con el narcotráfico, o sea, son narcotraficantes también”, explicó la coordinadora.
La dirigenta afirmó que “esta escalada de violencia ha llegado a un punto límite” y añadió que “impera la desesperación en el pueblo mexicano”. En ese sentido, sostuvo que estas señales de apoyo van dirigidas a ellos, a la población y no a las autoridades o al Estado.
Esto, porque el pueblo mexicano, afirmó, “ha sido sumamente solidario a nivel internacional, al recibir a los españoles republicanos los años de la revolución española, mantuvo el nexo con Cuba en las peores épocas y acogió a los argentinos, uruguayos, brasileros y los chilenos en sus años de dictadura”, analizó la dirigenta.
En la actividad se colgó un gran lienzo en el frontis de la casa de estudios, hubo música y se leyeron palabras de apoyo a los jóvenes y se presentaron respetos a su lucha.
Al finalizar el acto los estudiantes y organizaciones presentes se sumaron a la marcha convocada por la Confederación Nacional de Estudiantes (Confech) desde el Frontis de la USACH.