Diferentes visiones está generando por estos días la posible intención del Ministerio de Justicia de reordenar Gendarmería de Chile y específicamente, de quitar al servicio público la función de reinserción, división en la que trabajan distintos profesionales vinculados a Gendarmería.
A pesar de las posturas divergentes que tienen los Técnicos Administrativos y Auxiliares de Gendarmería (ADIPTGEN) y los funcionarios uniformados de la Asociación Nacional de Suboficiales y Gendarmes de Chile (ANSOG), ambas organizaciones coinciden que es necesario que esa función permanezca al alero del servicio público.
En este, sentido, existe un temor claro por parte de la asociación de directivos y profesionales, que con la separación, Gendarmería se vuelva una milicia y la reinserción sea derivada en un nuevo organismo, según indicó, la dirigente nacional Lorena Velásquez.
“Si los funcionarios que hoy piensan que están por sobre los internos, que hoy día los agreden, los utilizan para hacer tráfico al interior de las unidades penales o los ven como la peor calaña de la sociedad. Si es que se llega a separar Gendarmería y nosotros tengamos como ente externo, ya sea licitado o del mismo Gobierno, para intervenir adentro, se nos va a hacer muy complejo. Porque en definitiva lo que va a haber, es que Gendarmería de Chile bajo otro nombre… porque no creo que se llame Gendarmería de Chile, va a ser de las fuerzas de orden y seguridad pero, va a tener generales y brigadieres, al igual que los grados castrenses”.
Principalmente para Lorena Velásquez existe un abandono por parte del Estado de la función de reinserción debido a la escasez de presupuesto que se invierte.
Por otro lado, el presidente de ANSOG, Joe González está de acuerdo con que sea Gendarmería la que se deba encargar de la integración de los reclusos a la sociedad pero no coincide con, la acusación que se les hace a los funcionarios uniformados, respecto a la violación de los Derechos Humanos de los internos.
“Nosotros no podemos negar que evidentemente, en algunos casos, hay funcionarios que sobrepasan en el trato a la población penal y repito, eso no lo avalamos, no lo defendemos, pero hay que tener en cuenta que Gendarmería de Chile atiende a casi 50 mil internos que están en el sistema cerrado, 50 mil en el sistema abierto y otros 20 y tantos mil que están en el formato de patronato de reos. Por lo tanto, por así decirlo, las violaciones a los Derechos Humanos, son bastante mínimas y Gendarmería está cumpliendo con su función y aquellos elementos que transgreden las normas. Evidentemente deben aplicarles las sanciones administrativas que correspondan o penales, si corresponden también”.
Joe González, culpó a los medios de comunicación de “publicar lo malo” y también llamó al Gobierno a no separar Gendarmería de Chile.
Mientras que desde la Fundación Sofini, su presidente, el psiquiatra Rodrigo Paz, explicó la necesidad de que la reinserción sea una tarea del Estado pero que esta debería tener un enfoque desde la salud mental, porque según indicó, “la gente sana, salvo raras excepciones no elige delinquir”.
“Nosotros como corporación Sofini hemos sido claros desde hace años en esto. A quien le corresponde el tratamiento y rehabilitación de niños, jóvenes y adultos, que producto de su condición mental terminan entrando en conflicto con la justicia, lo que corresponde es que quien coordine, quien implemente y desarrolle las iniciativas sea el Ministerio de Salud, a través de su unidad de salud mental y específicamente de aquellos dispositivos dentro del mismo, que son los servicios de psiquiatría forense”, advirtió.
Finalmente, Paz, indicó que a medida que se quitan las camas y las posibilidades para que la población pueda cuidar su salud mental, las plazas en las cárceles aumentan.
Por el contrario, el presidente de ANSOG, sostuvo que el tema delictual va más allá de la psicología, donde su trasfondo es el tema económico, educacional y por supuesto esta gran diferencia que hay de clase en Chile, puntualizó González.