Uno de los militares involucrados en el crimen contra Rodrigo Rojas de Negri y Carmen Gloria Quintana, del llamado caso Quemados, el capitán en retiro Pedro Fernández Dittus, fue beneficiado con la libertad provisional por parte de la Corte de Apelaciones de Santiago, revocando así la prisión preventiva que pesaba sobre el ex uniformado.
Fernández Dittus cumplía con la medida cautelar en el batallón de policía militar de Peñalolén, sanción impuesta en su contra por el juez Mario Carroza, por su participación en la muerte de Rodrigo Rojas de Negri, fotógrafo de 19 años, producto de las graves quemaduras provocadas por una patrulla militar, y las heridas graves de Carmen Gloria Quintana, hecho ocurrido el 2 de julio de 1986, en el marco de una jornada nacional de protestas en contra del régimen de Pinochet.
El tribunal consideró otorgarle este beneficio al capitán (r) “teniendo en especial consideración la excepcional situación procesal en que se encuentra el inculpado”, señala la resolución de la Corte, ya que sobre pesa una condena por este caso, dictada en 1994.
Por el contrario, el tribunal de alzada revocó la decisión del juez Carroza en orden a otorgar la libertad provisional bajo fianza de los otros uniformados miembros que conformaban la patrulla militar aquel 2 de julio, como es el caso de Julio Castañer, Humberto Figueroa, Francisco Vásquez y Walter Lara “estimándose que la prisión preventiva de los procesados (…) es necesaria para el éxito de las mismas”.