En el marco de la discusión de la Reforma Laboral en el Senado, los dirigentes de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), de la Federación de Productores de Fruta, de la Federación de Productores de Leche, de Vinos de Chile y de la Asociación Nacional de Productores de Semillas reiteraron este martes sus críticas al proyecto que se tramita en el Congreso.
En este sentido, Patricio Crespo, presidente de la SNA, señaló que la Reforma Laboral “es mala porque en la práctica se mantiene la imposibilidad de reemplazar trabajadores en huelga, lo que es perjudicial para una empresa agrícola que trabaja con seres vivos”, como son los vegetales.
A eso agregó que “se busca concentrar en el sindicato toda expresión de negociación, lo que naturalmente es un atentado a las libertades. Y creemos que eso se va a prestar para politizar la relación, en que no necesariamente van a estar siempre en juego los intereses legítimos de mejores esperanzas de vida para nuestros trabajadores, sino que finalmente van a ser instrumentalizados para propósitos políticos, como es una práctica muy propia de países inmaduros con desarrollo incipiente en estos planos, como el nuestro”.
Ante estas palabras, la diputada del Partido Radical Marcela Hernando manifestó que dan cuenta de una clase empresarial acomodada incapaz de reconocer los derechos de los trabajadores, en un país que no se caracteriza por sus buenas remuneraciones.
Por su parte, el diputado socialista Osvaldo Andrade indicó que los empresarios reaccionan de manera furibunda porque temen negociar en igualdad de condiciones con los trabajadores.
“La relación laboral hoy día es completamente desequilibrada y todo el mundo lo reconoce, incluso los empresarios, los decentes. Entonces cuando hay una reforma que lo que intenta es reconstruir esa relación para hacerla más equilibrada, los que van a perder poder están estrilando”.
Desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), su vicepresidente, Nolberto Díaz, señaló en conversación con el programa Semáforo que si el empresariado rechaza la reforma se debe a que no existe voluntad de su parte para aceptar que debe tratar con los trabajadores del país de manera justa.
“Yo creo que los empresarios son unos caradura, ellos no quieren reconocer ni el más mísero avance en materia de derechos laborales. El empresariado chileno durante 35 años ha abusado de normas laborales que han reventado al movimiento sindical. En 25 años la Concertación hizo muy poco, entonces ahora se hace un pequeño avance en materia de derecho a huelga y me parece que lo de los empresarios es el chantaje de un gremio que no tiene estatura moral”.
Próximos a cerrar el debate del segundo trámite constitucional del proyecto de ley que transforma el Código del Trabajo, en lo que se refiere a derechos colectivos, aumentan las advertencias y el tono de las declaraciones de los grupos más conservadores.
Ante esto, los representantes de los trabajadores organizados advierten que el proyecto podría desnaturalizarse durante el trabajo legislativo.