La extrema derecha austriaca perdió el domingo su apuesta por concretar el avance populista en Europa y su candidato a la presidencia del país, Norbert Hofer, fue derrotado por el ecologista Alexander Van der Bellen.
“Estoy infinitamente triste porque no haya funcionado”, lamentó Hofer en un comunicado. “Felicito a Alexander Van der Bellen por su victoria y llamo a todos los austriacos a ser solidarios y a trabajar juntos”, declaró el candidato del Partido de la Libertad de Austria (FPÖ).
Los sondeos mostraron que Van der Bellen, de 72 años, habría obtenido el 53,6 % de los votos frente al 46,4 % de Hofer, de 45 años, en comicios repetidos tras la anulación de una primera votación en mayo por irregularidades procedimentales.
En esta ocasión, el FPÖ adelantó que no protestaría contra los resultados.
El exprofesor universitario, que se presentaba como independiente, logró en numerosas circunscripciones una mejora de varios puntos respecto a los comicios celebrados hace ocho meses.
Van der Bellen se congratuló en declaraciones a la televisión pública de la victoria de un “Austria proeuropea”. “Desde el inicio, combatí y abogué por un Austria proeuropea” que defienda los “valores de igualdad, libertad, solidaridad”,añadió.
Aunque el rol del jefe de Estado en Austria es esencialmente protocolario, Norbert Hofer y el FPÖ deseaban ese éxito simbólico para el bando populista, seis meses después del Brexit y un mes después de la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
“Todos estamos muy aliviados y agradecidos”, declaró el director de campaña de Van der Bellen, Lothar Lockl. El anuncio de esta victoria provocó una explosión de alegría de los partidarios del candidato ecologista, congregados en el palacio Hofburg en Viena.
Lo que estaba en juego este domingo era “la dirección que tomará Austria (…) cómo vemos nuestro futuro (…) y cómo queremos que nos vea el mundo”, había advertido Van der Bellen en su último discurso de campaña.
Valores humanistas
Una victoria de Hofer y del FPÖ hubiera significado un impulso para otras formaciones europeas que se mueven en el mismo espectro, como el Frente Nacional en Francia o el Partido por la Libertad en Holanda, dos países que celebran elecciones legislativas en 2017.
Hofer, cuya formación fue fundada por exnazis, dijo el sábado que “Europa atraviesa una crisis profunda” que debe resolverse concentrando menos poderes supranacionales en Bruselas.
“Hay que deshacerse del sistema polvoriento”, dijo, aunque sin hacer ninguna referencia a la posibilidad de que el país salga del pacto europeo.
Sin embargo, este escenario, bautizado por Van der Bellen como “Öxit”, por la combinación de “Österreich” (Austria en alemán) y “exit” (salida), no fue aludido en ningún momento por Hofer.
Si bien la situación económica de Austria es envidiable para muchos de sus vecinos, parte de la población se siente insatisfecha y se ve amenazada por la ampliación de Europa a sus vecinos del Este.
Hofer se ha distanciado del discurso abiertamente xenófobo que caracterizó durante años a su partido y ha centrado sus propuestas en la protección social, el aumento del poder adquisitivo y la defensa del empleo.
Mientras, Van der Bellen había insistido en los valores humanistas de la República austriaca y en la importancia de los vínculos con los socios de la UE.
Como muchas otras formaciones populistas en Europa, Hofer se presentaba como un candidato alternativo a las formaciones políticas tradicionales, una carta también jugada por el ecologista.
En la primera vuelta, los dos grandes partidos, los socialdemócratas (SPÖ) y los conservadores (ÖVP) quedaron eliminados, una situación inédita en el país.
Estos comicios son una repetición de la segunda vuelta celebrada en mayo pasado, que fue anulada por un recurso presentado por el FPÖ, que denunció irregularidades.
Los votos por correo representaron entonces cerca de un 16,7% del total y estos favorecieron ampliamente a Van der Bellen, que se impuso con un mínimo margen de 31.000 votos.
El ministerio del Interior indicó que los resultados no serán anunciados antes del lunes, cuando sean incorporados los votos por correspondencia.