Mika Eichenholz demanda a Corcudec: "Es el único camino que me queda"

El director sueco, que fue anunciado como titular de la Sinfónica de Concepción y luego no ocupó el cargo, acude a tribunales para pedir una millonaria indemnización. "Rompieron el contrato, algo único en el mundo de las orquestas sinfónicas”, afirma.

El director sueco, que fue anunciado como titular de la Sinfónica de Concepción y luego no ocupó el cargo, acude a tribunales para pedir una millonaria indemnización. "Rompieron el contrato, algo único en el mundo de las orquestas sinfónicas”, afirma.

La crisis que ha vivido la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Concepción continúa repercutiendo en tribunales. Ahora, el director sueco Mika Eichenholz es quien ha acudido a la justicia, luego que no se concretara su nombramiento como director titular de la agrupación.

En mayo del año pasado, la Corporación Cultural de la UDEC (Corcudec), de la que depende la orquesta, anunció que el músico ocuparía el puesto a partir de 2017. En octubre, sin embargo, comunicó que el concurso para proveer el cargo había sido declarado desierto, ya que “no fue posible llegar a acuerdo final con el candidato a ocupar ese puesto”.

La situación fue rechazada públicamente por Mika Eichenholz, quien ahora llevó su molestia a la arena judicial: acaba de presentar una demanda en la que solicita más de 260 millones de pesos de indemnización por los perjuicios que le provocó el conflicto; específicamente, por concepto de lucro cesante, daño moral o extra patrimonial y pérdida de oportunidad, según detalla el documento.

En la demanda, Mika Eichenholz apunta sus cuestionamientos al director de Elencos Estables de la UDEC, Alberto Larraín, y a la gerenta de Corcudec, Lilian Quezada. “Presenté la demanda porque ellos rompieron el contrato, algo único en el mundo de las orquestas sinfónicas”, dice desde Estocolmo, luego de una gira por Israel y Holanda.

De acuerdo al músico sueco, sus abogados intentaron llegar a un acuerdo con la administración antes de ir a tribunales, pero no obtuvieron respuesta. “Es un gran daño moral para mi nombre que me hayan anunciado como titular y luego no hayan dicho por qué nunca ocurrió, mintiendo al respecto. Además, invité a directores y solistas de muy alto nivel (para la temporada 2017) y todo fue cancelado, también sin explicación o con mentiras”, indicó.

“Esto me ha afectado emocionalmente de distintas formas. Estaba totalmente enfocado en entregar mucho tiempo y energía a la orquesta, para alcanzar un nivel más avanzado. Abandoné varios trabajos en Europa para lograrlo. Además, estoy preocupado por el futuro de la orquesta con este tipo de administración, que busca el poder sin ningún conocimiento en música”, añade.

¿Qué es lo que busca con la demanda? “Desde que rompieron el contrato, ellos tienen que responder, así es como funciona la democracia. Tienen muy malos antecedentes despidiendo músicos y los tribunales así lo han señalado. Ahora, este es el único camino que me queda para tratar este asunto con ellos”, responde.

La alusión del director sueco no es casual. Su acción judicial se suma a otras que Corcudec ha debido enfrentar en los últimos meses. En febrero pasado, por ejemplo, la justicia calificó como injustificados los despidos del violinista Leandro Botto y su pareja, la chelista Cecilia Barrantes, quienes fueron indemnizados con más de tres millones y medio de pesos.

Al mismo tiempo, la corporación recibió una demanda por prácticas antisindicales, presentada por el ex concertino Freddy Varela, quien también fue despedido. En este caso, ambas partes llegaron a un acuerdo, que contempló el pago de seis millones de pesos para el músico, que también ocupa ese cargo en el Teatro Colón de Buenos Aires.

Ante las consultas de Radio Universidad de Chile, desde Corcudec señalaron que no se referirán a la demanda del director sueco, ya que todavía no han sido notificados formalmente de ésta.

La incógnita del Coro

Hasta los tribunales también han llegado integrantes del Coro de la Universidad de Concepción, el otro cuerpo estable afectado por el conflicto. En marzo pasado, la Corte de Apelaciones de la ciudad acogió un recurso de protección presentado por Daniela Díaz y Jorge Ibáñez, quienes fueron reintegrados luego que la administración de Corcudec los expulsara de la agrupación.

La expulsión de ambos cantantes provocó entonces la renuncia del director del Coro, Carlos Traverso, quien dijo no compartir las políticas implementadas por Corcudec y, específicamente, por Alberto Larraín.

Pocos días más tarde, sin embargo, Traverso volvió a dirigir, luego de una conversación con el rector de la Universidad de Concepción, Sergio Lavanchy. “Me propuso volver en condiciones que significaron una mejora significativa en mi rol”, dice el director coral.

“En concreto, se dicta un reglamento para el Coro, en el que se consagra, entre otras cosas, la autonomía del director para decidir quién canta y quién no canta. Yo mismo participaría en la elaboración de ese reglamento. Y mientras no se nombre un nuevo director de Elencos Estables, yo voy a depender directamente del rector”, explica Traverso. Es decir, volvió porque ya no tiene que entenderse directamente con Alberto Larraín.

El regreso de Carlos Traverso permitió a Corcudec apagar otro incendio. A mediados de marzo, el Coro había iniciado una paralización que se extendió por diez días y que finalizó luego de una reunión Lavanchy, quien se comprometió a llamar a concurso público para reemplazar a Larraín y encontrar un nuevo director de Elencos Estables, según dijo la agrupación en un comunicado.

Casi un mes después, no obstante, Larraín continúa en su cargo y desde Corcudec no confirman el cambio: “Esa es una información que publicó el Coro, no es una información oficial de la universidad”, precisan. Ni la corporación ni la universidad entregan una versión oficial al respecto.

La permanencia de Larraín mantiene a la expectativa a algunos de los integrantes del Coro, que depusieron su movilización gracias a esa promesa.

Carlos Traverso, por su parte, dice que “en la medida que el actuar del señor Larraín fue severamente cuestionado, su margen de maniobra queda muy reducido, entonces pierde mucho sentido su gestión. Yo estimo que no tiene mucho sentido prolongar esto por demasiado tiempo más, pero no hay un plazo concreto”.

Por ahora, lo único concreto para el Coro es su próximo concierto: el próximo 22 de junio, en el recién remodelado Teatro UDEC, interpretarán obras de Bach y Beethoven.





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