Ni los trabajadores ni el gobierno quieren repetir lo ocurrido el año pasado, cuando en noviembre el sector público detuvo sus actividades durante 15 días hábiles. La razón que acusaban era el insuficiente reajuste salarial del sector, ofrecido por el Ejecutivo, y el paro cesó después de aprobarse la oferta presentada por el gobierno en el Congreso con tan solo un 3,2% de alza.
El día 16 de noviembre la movilización veía su fin con la insatisfacción del sector de los trabajadores. El reajuste no cumplía con sus expectativas, pero el muñequeo del Ejecutivo pudo más. Así, una vez terminado el paro, el presidente de la Confusam Esteban Maturana salía a decir públicamente que “el Gobierno tiene con los trabajadores del sistema público una deuda que vamos a cobrar en 2017”.
A las 12 del mediodía la mesa del sector público acudió a La Moneda para entregar una carta a la Presidenta Michelle Bachelet.
La dirigencia del sector había hecho llegar a los ministerios de Hacienda y Trabajo una misiva en la cual solicitaban una reunión con el objetivo de saldar cuentas pendientes por el año pasado y, además, comenzar a dibujar los lineamientos de la negociación de este año. La carta de hoy, que tiene a la Presidenta como destinatario, tiene como propósito hacerle saber a la Mandataria que sus ministros no dieron respuesta a la solicitud mencionada, incumpliendo la normativa legal que establece la obligatoriedad de la respuesta.
Los dirigentes adelantan que la negociación de este año será igual o más conflictiva que la del año pasado, por eso tienen contemplado comenzar con una mayor antelación. Así lo reconoce Esteban Maturana, presidente de la Confusam, quien además afirma que la cifra solicitada contemplará los indicadores económicos: “Sabemos que esta negociación será la más dura que enfrentemos con el actual gobierno y la más compleja de los últimos años, en un escenario económico y político complejo, y con una CUT que también está viviendo una situación difícil. Para nosotros es importante empezar desde ya esta negociación, para lograr un buen reajuste que considere el crecimiento económico del país, el IPC y la deuda que tiene Valdés con nosotros”.
La CUT, que pasa por una de las crisis más importantes de su historia, funciona como un acompañante en la negociación. A pesar de eso, el llamado de la multigremial es a impulsar una discusión que permita hacerse cargo del problema con tiempo. Nolberto Díaz, vicepresidente de la central, señaló que “el objetivo es reiterarle al Gobierno la urgente necesidad de instalar la mesa del sector público con tiempo El año pasado terminamos mal, terminamos confrontados con el gobierno, no nos gustó el reajuste que impusieron en conjunto con la derecha. El objetivo de la carta es exigirle al Ministro de Hacienda y la ministra del Trabajo reponer lo antes posible la mesa del sector público para generar una agenda y podamos comenzar a conversar con tiempo para resolver los problemas que tenemos”.
Según adelantaron los dirigentes, se resolvió que en junio entregarán el petitorio completo a La Moneda y esperan empezar el proceso de negociación durante julio.