"Candidato Delfín" critica a aspirantes a La Moneda por falta de pronunciamiento sobre extractivismo

“Defiende el Mar ¡Aletazo limpio para los políticos!” Bajo esta consigna comenzó a inicios de agosto una peculiar campaña protagonizada por el candidato Delfín, representante de la ONG Greenpeace. En medio de su gira electoral, se ha reunido con comunidades kawéskar y con alcaldes de comunas afectadas por la expansión de la salmonicultura.

“Defiende el Mar ¡Aletazo limpio para los políticos!” Bajo esta consigna comenzó a inicios de agosto una peculiar campaña protagonizada por el candidato Delfín, representante de la ONG Greenpeace. En medio de su gira electoral, se ha reunido con comunidades kawéskar y con alcaldes de comunas afectadas por la expansión de la salmonicultura.

La promesa de este candidato presidencial es clara: frenar la destrucción de uno de los mares más limpios del planeta. Se trata del Mar Austral chileno que actualmente se encuentra amenazado por la expansión de la industria salmonicultora. Sólo en la región de Magallanes existen 344 solicitudes para nuevas instalaciones de centros de cultivos.

¿Los impactos? La destrucción del ecosistema, la contaminación del fondo marino y de la superficie con residuos altamente tóxicos arrojados por la industria. En definitiva, la intervención de un ciclo natural con efectos irreversibles.

En medio de la carrera electoral, todo este contexto parece haber quedado olvidado. Sobre extractivismo y regulaciones para las empresas ningún aspirante a La Moneda se ha pronunciado, a lo que apuntó el candidato Delfín cuando lanzó su campaña en Plaza Italia: “Candidato Guillier, candidato Marco Enríquez-Ominami, candidato Piñera, candidato José Antonio Kast, candidata Sánchez y especialmente candidata Goic que es de la zona: ¿se comprometen o no a impedir esta esta inminente destrucción de los mares de Magallanes?”.

El representante de la ONG, Rodrigo Barría, explicó las razones por la que a su juicio estos temas no se han posicionado sobre la mesa -o de manera muy escueta-.

“Es cosa de ver el financiamiento a las campañas para ver como hace tiempo que los políticos están siendo rehenes de varias de estas empresas asociadas al mundo medioambiental y a la pesca en particular. Tenemos el caso de Corpesca y Asipes”, precisó.

En medio de su gira nacional, el candidato Delfín visitó hace algunas semanas Punta Arenas y se reunió con el alcalde de esa comuna, Claudio Radonich.

El edil recalcó la necesidad de controlar la instalación de centros de cultivos pero también enfatizó en que “existen otras materias de preocupación como la falta de reciclaje y la ausencia de profesionales que evalúen estas situaciones en el propio municipio”.

El candidato también se reunió con dos organizaciones kawéskar de Magallanes que se han visto afectadas por la expansión de la salmonicutura.

Leticia Caro Kogler, representante de una de las comunidades, explicó que las grandes compañías han limitado sus zonas de pesca artesanal que a la vez corresponde a una práctica cultural -ancestral.  Explicó que “no tienen nada de injerencia sobre el territorio porque la salmonicultura concesiona lugares y Subpesca los ha otorgado sin importar su intervención”.
“Estamos trabajando por la recategorización de la Reserva Nacional Alacalufe que no cuenta con protección sobre el maritorio y nosotros estamos gestionando que este mar sea protegido porque los bordes costeros son patrimonio del pueblo kawéskar”, comentó.

Las críticas del  candidato Delfín también apuntan a la indolencia de las autoridades y la aplicación de una ley ambiental que “todo lo permite”. Reflejo de esto es un informe emitido por Contraloría en junio pasado que detectó 16 concesiones pertenecientes al menos a siete empresas denunciadas por operar fuera de los límites establecidas en su concesión, en la región de Magallanes.  El informe de Contraloría indicó también que la Subsecretaría de Pesca (Subpesca) tuvo conocimiento de esta situación sin adoptar medidas de sanción ni infracciones.

La crisis en Chiloé

El fenómeno de marea roja ocurrido en 2016 en las costas del archipiélago de Chiloé evidenciaron la crisis que ha generado esta industria.

Por lo mismo, otro de los puntos centrales del recorrido de la campaña fue Ancud. La basura que se registra en las playas de la Isla Grande de Chiloé es significativa y ha aumentado de manera exponencial, todo vinculado al incremento de los centros de cultivo de salmones, pese a que los residuos domiciliarios también aportan a la gran contaminación que enfrenta la zona insular.

Hace algunas semanas se conoció un informe del Instituto de Análisis de la Biósfera de la Universidad de Chile que cifraba en más de 30 toneladas la basura productiva y domiciliaria presente en las playas.

El candidato ambientalista viajó este fin de semana a Buenos Aires, Argentina, para compartir experiencias con representantes territoriales y seguirá durante las próximas semanas participando de iniciativas y dialogando con comunidades afines a esta materia.

Con una activa plataforma en las redes sociales, su equipo informa que han alcanzado cerca de 15 mil firmas a casi dos semanas de dar a conocer esta propuesta. Cada rúbrica está acompañada de un lema: “Salvar el patrimonio ambiental de Chile”.

Las reflexiones que ha dejado este representante son varias y pretende emplazar a los actuales candidatos a que las respondan: ¿Cuáles son los compromisos para evitar una nueva crisis por la marea roja? ¿Cómo se ataca el problema de fondo para no caer nuevamente en los bonos de último minuto? ¿Se plantean más regulaciones a las grandes compañías? Todo se mantiene en incertidumbre excepto para el candidato Delfín que aclaró su postura: “Les pido que me apoyen para defender no solo estas aguas, sino el mar de todo Chile para que no siga convirtiéndose en un enorme vertedero”.





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