Corría agosto de 2016 y la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados le hacía llegar a la Corte Suprema un oficio en el cual le consultaba su opinión respecto de una eventual medida que desechaba la prescripción para delitos sexuales en contra de menores de edad.

Según detalló La Tercera, el actual presidente de la Corte Suprema, Haroldo Brito, junto a los ministros Hugo Dolmetsch -entonces máxima autoridad del Poder Judicial- y Carlos Künsemüller, manifestaron su oposición a la medida arguyendo que “la determinación de la imprescriptibilidad de estos delitos parece desproporcionada, pudiendo incluso adquirir cierto ribete de inconstitucionalidad al atentar de un modo arbitrario en contra de la garantía de ser juzgado y castigado dentro de un plazo razonable”.

Según los magistrados, “el primer gran obstáculo es fundamentar por qué una u otra clase de delitos debería tener un tratamiento procesal y penal tan agravado”. Ante este punto, se preguntan: “¿Si se justifica la imprescriptibilidad del delito de estupro, por qué no formular también la imprescriptibilidad del incendio que causa la muerte…?”, expuso el matutino.

Esto, a raíz de la medida firmada por Sebastián Piñera este jueves, en la que efectivamente elimina la prescripción de este tipo de delitos.

“Inicialmente habíamos pensado que 30 años era una buena fórmula, porque era prudente, pero oyendo a mucha gente y personas que han sufrido estos abusos pensamos que lo mejor era dar un paso a la imprescriptibilidad”, declaró el ministro de Justicia, Hernán Larraín.

A pesar de aprobar la medida, desde el Ministerio Público también manifestaron ciertos reparos: “Va a haber dificultades del punto de vista probatorio. Ya nos cuesta investigar delitos sexuales ocurridos hace cuatro o cinco años, imaginen después de 40”, indicó Luis Torres, jefe de la Unidad de Delitos Sexuales de la Fiscalía Nacional.