“Creemos que las desigualdades de género, la heteronorma y las lógicas binarias de entender la sociedad han llegado a su fin”, se señala en uno de los párrafos iniciales del texto.
Dividido en cuatro áreas, propone acciones en líneas de educación no sexista, órganos y reglamentos, financiamiento y articulación triestamental.
Basadas en el rol de la educación como formador de identidades, la asamblea exige a la Universidad de Chile tomar un “rol protagónico en derribar la educación basada en el sexismo que impulsa el patriarcado, modificando sustancialmente el perfil del estudiante que ingresa y entregando al país profesionales dispuestos a promover un Chile que reconozca y promueva la diversidad”.
A su vez pide la inclusión de la educación no sexista en los currículos educativos, como también la realización de instancias de capacitación obligatoria para docentes y funcionarios, con el fin de instruir en materia de protocolos y medidas en contra de las prácticas de violencia de género. como la adopción de un lenguaje inclusivo, que no haga diferencia entre masculinos y femeninos; así como la revisión de la biografía usada para “evitar estudiar a personajes con historial machista”.
En el apartado de órganos y reglamento se plantea la creación de la Vicerrectoría de Género y Sexualidad, entidad que proponen a cargo de recibir las denuncias y el tratamiento de cada uno de los casos. Para su accionar, tendría que contar con un equipo de defensoría que denuncie a instancias internas como a la justicia ordinaria los casos.
En el texto se propone que “les fiscales y actuaries que asuman las denuncias (presentadas a la defensoría) sean personas externas, contratadas solamente para cumplir esta labor”.
Dentro del mismo punto, se pide una “revisión y modificación exhaustiva” del protocolo de actuación contra el acoso, pidiendo medidas cautelares inmediatas de protección al denunciante, sea cual sea su estatus dentro de la casa de estudios.
Así se piden programas de reparación a las víctimas de violencia laboral y sexual, con apoyo psicológico entregado por convenios con entidades externas.
En materia de financiamiento, el petitorio plantea que se revierta la inequidad en la entrega de recursos, la que favorece a carreras más masculinizadas. Para ello, piden participar de la elaboración de los presupuestos.
En tanto, sobre articulación triestamental, se propone participación concreta en todas las instancias universitarias.
Por su parte, el rector Vivaldi señaló, al momento de recibir el petitorio de las estudiantes, que desde el comienzo de las movilizaciones las autoridades universitarias han buscado el diálogo. “Hemos venido buscando desde el inicio de este conflicto contar con un petitorio en torno al cual poder conversar y rápidamente canalizar a través de las vías institucionales, para poner fin a los paros y tomas en nuestra universidad. Estamos preparando nuestra respuesta, espero que en la próxima reunión seamos capaces de generar confianzas y entender que en este caso estamos todos y todas por los cambios que implica la igualdad de género y que estamos contra el uso de acciones de fuerza”.