Crece el contexto de presión internacional por la desaparición del editorialista saudita, conocido por sus críticas contra el poder, que nunca salió del consulado de su país en Estambul, tras haber entrado el pasado 2 de octubre para obtener documentos relativos a su próximo matrimonio con una ciudadana turca. Por su parte, Riad niega cualquier responsabilidad en el posible asesinato del periodista y “rechaza íntegramente cualquier amenaza o intento de debilitarlo, a través de amenazas de sanciones económicas o mediante presiones políticas”.
El ministro saudita de Interior, el príncipe Abdel Aziz bin Saud bin Nayef, calificó de ” mentiras y acusaciones infundadas” las teorías sobre ordenes por parte de Riad para matar al periodista y sigue sosteniendo que Khasoggi abandonó la sede del consulado. Las autoridades turcas afirman todo lo contrario, sosteniendo que el periodista fue matado dentro del edificio por un comando de agentes especiales enviados desde Riad para asesinarlo.
El pasado viernes una delegación saudita se desplazó a Ankara para colaborar a las investigaciones. Sin embargo, el gobierno turco acusó a los sauditas de no cooperar “para garantizar una investigación rápida y aclararlo todo”, según declarado por el canciller turco, Mevlut Cavusoglu. Además, las autoridades turcas han decidido registrar el consulado saudita en Estambul en el marco de las investigaciones, autorizando una inspección que hasta ahora no se había producido debido a un desacuerdo sobre las modalidades.
El recupero se podría explicar también por el último tweet de Trump que, bajando el tono, ha asegurado este lunes haber hablado con el rey de Arabia Saudita, quien le dijo que “ignoraba” el paradero del periodista desaparecido. “Acabo de hablar con el rey de Arabia Saudita quien niega tener ninguna información de lo que pueda haberle ocurrido al ciudadano saudita”, indicó Trump. Asimismo, el presidente estadounidense ha confirmado que su secretario de Estado, Mike Pompeo, irá a la península árabe para reunirse directamente con las autoridades sauditas. De esta manera Trump ha dejado claro no querer poner en riesgo los miles de millones de dólares que vienen de contratos armamentísticos con este aliado clave en Oriente Próximo.
Trump llegó a evocar la posibilidad de que Kashoggi fuera sido asesinato por el “hampa”, contradiciendo sus declaraciones de hace pocos días. En varias declaraciones a los periodistas en la Casa Blanca, dijo que, tras recibir una “negativa muy muy fuerte” por parte del rey Salmán de cualquier involucramiento de Arabia Saudita en el caso, “me sonó como que tal vez esto debió ser obra de asesinos del hampa. ¿Quién sabe?”.
De todas maneras, un alto responsable saudita declaró que si se aplicaran sanciones el reino tendrá que “replicar a cualquier medida con una aún mayor”, avisando de que eso va a perjudicar las relaciones económicas internacionales, visto el “papel vital y efectivo” de Arabia Saudita en la economía mundial. Estas tensiones diplomáticas llegan unos días antes de una importante cumbre económica que se organizará en Riad entre el 23 y el 25 de octubre. Sin embargo, tanto el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin, como la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, confirmaron su asistencia a esta edición del “Future Investment Initiative” en la capital saudita.