“No habrá un nuevo referéndum. Preguntamos a la gente su opinión. Dijeron que deberíamos abandonar la Unión Europea y abandonaremos la Unión Europea y lo haremos el 29 de marzo de 2019”. El pasado miércoles, la primera ministra británica Theresa May fue enfática al reiterar la decisión de su gobierno de terminar con el proceso iniciado luego de la votación que determinó la salida del bloque en junio de 2016.
Fueron 17 millones 410 mil 742 británicos los que se inclinaron por dejar la UE, mientras que 16 millones 141 mil 241 lo hicieron a favor de no apartarse de la asociación comunitaria, dejando un resultado de un 51,9 por ciento por el sí y un 48,1 por ciento a favor del no. Una diferencia de un millón 269 mil 501 sufragios que cambiaron el destino del Reino Unido y que tiene por estos días los momentos más tensos para conseguir el respaldo en el Parlamento al documento técnico acordado por el gobierno de May con Bruselas.
En conversación con Radio Francia Internacional, el analista Enrique Feás sostuvo que el Ejecutivo británico está en un momento complejo y muy inestable que deja abiertas más dudas que certezas ante la imposibilidad de conocer si el acuerdo entre May y la UE será finalmente aprobado por el Parlamento.
A esto se suma la renuncia de cuatro ministros durante la jornada de ayer, por lo que a juicio del también economista “si siguen las dimisiones, la sostenibilidad del gobierno de May parece prácticamente imposible y puede pasar cualquier cosa”.
Respecto de la votación en el Parlamento, Feás indicó que “no está claro que vaya a aprobarse. Es obligatorio que se ratifique el acuerdo alcanzado a nivel técnico. Si no hay acuerdo político, ya han advertido los laboristas que no está claro que vayan a votar a favor, que probablemente van a votar en contra, no tiene votos suficientes, se genera una incertidumbre adicional”.
En tanto, la reacción de la Unión Europea con sede en la capital de Bélgica, ha sido de cautela.
De hecho ayer comunicaron que convocarán a un consejo extraordinario como una señal de que todo continúa por el camino trazado con el gobierno británico de May.
“Me parece que las incertidumbres, primero en el propio gobierno de May, segundo con el Parlamento, podría todavía provocar cualquier cosa, desde la caída del gobierno, desde la convocatoria a nuevas elecciones generales o cualquier otra cosa”, precisó Feás.
Para los diplomáticos de la Unión Europea, aún resulta necesario revisar algunos temas del documento presentado por la premier al Parlamento para de esa forma acotar puntos que todavía parecen muy abiertos.
Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, anunció que los líderes del bloque se reunirán extraordinariamente el próximo 25 de noviembre para firmar el acuerdo, aunque reconoce la fragilidad del documento. De hecho sostuvo que “de no ocurrir nada extraordinario”, los representantes se podrán encontrar.
Sin embargo, todas las conversaciones y el trabajo previo de los ministros europeos se puede ver complicado por la renuncia ayer de una pieza clave en el proceso que impulsa May. Y es que el ministro para el Brexit, el euroescéptico Dominic Raab, anunció su salida del gabinete argumentando que “no puedo en conciencia apoyar los términos propuestos para nuestro acuerdo con la UE”.
Todo un desafío para la concreción del acuerdo y también para la supervivencia del gobierno de la líder del Partido Conservador británico.