“Yo me voy, no quiero que después mi familia me ‘recoja con pala’. Estoy cansado de todo” . Con esas palabras el jefe de la Zona Metropolitana, Luis Rivera, le manifestó al General Director de Carabineros que había optado por retirarse de la institución policial producto de los vaivenes de los últimos meses.
No se trata de una renuncia cualquiera, pues Rivera es el encargado, según la línea de mando, de subrogar al general Franzani a quien, por instrucción del Ministerio del Interior, se le pidió la renuncia por su participación en las reuniones con los efectivos del Gope que fueron imputados por el homicidio de Camilo Catrillanca y el homicidio frustrado del adolescente M.A.P.C. y que, según se supo posteriormente, fueron antes que los ahora ex policías prestaran su testimonio ante la fiscalía.
De acuerdo a la información entregada por el diario La Tercera, Rivera comunicó su decisión de renunciar al general director el viernes pasado, en la Escuela de Oficiales de Carabineros.
Esto, según ha trascendido en las últimas horas, en el marco de una instrucción del propio general director que instó a los mandos medios a seguir trabajando pues contaban con la confianza de de la institución, pero, si querían acogerse a retiro, se encontraban en libertad para hacerlo siempre y cuando la decisión de hacerlo no se comunicara sino hasta después de trasminada la interpelación al ministro del Interior, Andrés Chadwick este martes en la Cámara Baja.
Con la próxima salida del inspector general, son 10 de los miembros del Alto Mando que abandonan Carabineros, agravando la crisis de la que fuera una de las instituciones más respetadas por los chilenos.