La tarde del jueves, la Compañía de Jesús informó del inicio de un proceso canónico en contra de uno de sus sacerdotes más emblemáticos, Renato Poblete Barth, luego de haber recibido una denuncia por “abusos de carácter grave en el ámbito sexual, de poder y de conciencia”, según se lee en el comunicado de la orden religiosa.
La noticia sacudió a todo el país y con justa razón. El sacerdote Renato Poblete fue una figura insigne durante las dos décadas que estuvo a cargo del Hogar de Cristo (1982-2000), pues, durante su gestión, la institución fundada por Alberto Hurtado evidenció un crecimiento exponencial pasando de tener siete residencias a 50 a lo largo de Chile. Al capellán se le conoció como el “emprendedor de la solidaridad”.
La descripción que de él hace la propia institución de beneficiencia evidencia el rol llevado adelante por Poblete. “En 1982 trabajaban 162 funcionarios y en el 2000, eran 3.200; de los 85 voluntarios se pasó a 5.000. De 350 asistidos por día se llegó a 22 mil. Son solo números, pero que grafican, en parte, la inmensa labor realizada por el padre Renato. El tomó el Hogar de Cristo cuando era una pequeña obra y la convirtió en una gran empresa, reconocida, respetada y admirada por su eficiencia. En una encuesta de esos años, esta institución tenía un 86 por ciento de confiabilidad, lo que da cuenta de la imagen que logró proyectar con esta obra. La gente no sólo conoció el Hogar de Cristo, aprendió a quererlo y ayudarlo” se lee en el texto que se le dedicó luego de conocerse del fallecimiento del jesuita en febrero de 2010.
Fue la propia Compañía de Jesús la que entregó, de motu proprio, la información del proceso canónico contra el fallecido religioso, el cual se habría iniciado por la denuncia de una mujer que afirma haber sido víctima de abusos sexuales por parte de Renato Poblete, hechos que habrían ocurrido entre 1985 y 1993, cuando la denunciante era menor de edad. “En medio de la conmoción que esta noticia nos ha causado, reiteramos nuestro compromiso de poner todos los medios que están a nuestro alcance para dar garantías de que esta denuncia será indagada con rigurosidad”, finaliza el comunicado publicado el jueves en la página web de la congregación católica.
Al respecto, el sacerdote jesuita e investigador del Centro Teológico Manuel Larraín, Jorge Costadoat, señaló a Radio y Diario Universidad de Chile encontrarse profundamente golpeado por la noticia. “Estoy aturdido. Estoy muy apaleado. Renato fue un amigo querido. Pero con todo lo que hemos visto los últimos años, uno tiende a creerle a las víctimas. Se acusa a una persona que no se puede defender. Está muerta, pero me sumo a la persona que pide que haya verdad y justicia. Me duele su situación. Espero que ella tenga el valor de seguir adelante con su denuncia y que encuentre todas las ayudas necesarias para contar lo que le ha sucedido. Espero que la investigación sea muy seria”, manifestó el religioso.
Así como Jorge Costadoat, son muchos quienes están realmente afectados con la noticia. Para el historiador y experto en la Iglesia Católica, Marcial Sánchez, la situación es comprensible, tomando en cuenta que el acusado era un referente de la Iglesia chilena. Con esto, el académico manifestó que ya nada sorprende de la institución eclesiastica.
“Afecta porque está siendo tocada una de las personas que ha marcado un hito en la historia de los jesuitas en el país y no solamente en los jesuitas, sino a nivel nacional. En este sentido, dentro de la Iglesia Católica en su conjunto, después de la profunda crisis que está viviendo la iglesia chilena, y después de haber conocido casos como los del cura Cristián Precht, el que empiece una investigación con respecto del padre Poblete, uno ya puede esperar cualquier cosa de lo que ha estado sucediendo en la iglesia católica chilena con respecto de abusos de poder, de conciencia, y también sexuales”.
En ese sentido, el experto manifestó que cualquier sacerdote relevante implicado en casos de abuso no representa realmente un pilar de la iglesia, sino más bien un pilar falso que, de todas maneras, tenía que caerse un día.
“La Iglesia, efectivamente, tiene pilares, que son seres humanos y que de alguna u otra forma han dado cuenta del mensaje de Cristo. Esos pilares, hoy en día, están siendo tocados, y están siendo tocados por estas investigaciones que se están llevando a cabo, y eso a mí me parece excelente, porque cualquier institución que tenga pilares falsos no sirve de nada, se cae como un castillo de naipes. Por lo tanto, y obviamente, esos no son los verdaderos pilares, probablemente hay otros sacerdotes que la propia historia no ha rescatado como corresponde y ellos sí que son los verdaderos pilares”.
A diferencia de otros casos en que hay denuncias de abuso, esta vez fue la propia orden religiosa quien hizo pública la situación. Al respecto, Marcial Sánchez sostuvo que es un un precedente valorable que habla de la seriedad y compromiso de los jesuitas.
“Yo creo que el hecho de que haya sido la propia Compañía de Jesús la que haya dado a conocer el hecho y que no haya salido por la prensa o por otra vía, habla muy bien del tema en cuanto al respeto por la víctima. Probablemente la víctima se haya acercado a distintas instancias a denunciar y nunca fue escuchada, pero en este caso, la Compañía atendió a la denuncia en pos de la visibilización del hecho”.
Además, el experto señaló que si la Compañía dio a conocer la situación, es porque realmente la denuncia tiene sustento.
Por su parte, el teólogo y académico Álvaro Ramis valoró lo hecho por la Compañía de Jesús, sin embargo, advirtió que la situación no es fácil para una congregación que, por lo general, se mantuvo alejada de los escándalos que tienen a la Iglesia sumergida en una de sus peores crisis.
“Evidentemente no será fácil para el mundo jesuita en general ni a las obras sociales del Hogar de Cristo poder desligarse de esta situación, por lo tanto, es importante establecer criterios de veracidad, además de poder restituir la justicia a las víctimas y, finalmente, dar un nuevo impulso a lo importante que es la obra social que ahí está de fondo”.
Respecto de este caso y con eventuales hechos que se puedan desconocer, la Compañía de Jesús llamó a quien tenga información o antecedentes de abusos que implican a jesuitas, a acercarse a la institución y denunciar lo sabido. “Como hemos señalado en otras ocasiones, toda información, testimonio o denuncia que se quiera hacer llegar sobre abusos vinculados a jesuitas en Chile, puede ser dirigida a delegado.prevencion@jesuitas.cl”, se lee en el comunicado.