La administración de Donald Trump también identificó como “propiedad bloqueada” a 34 embarcaciones de la petrolera estatal venezolana PDVSA, crucial para la economía del país sudamericano.
“Estamos tomando medidas contra una fuente vital de la riqueza del régimen de Maduro”, dijo el vicepresidente estadounidense, Mike Pence. “¡El petróleo de Venezuela pertenece al pueblo venezolano!”, afirmó, en medio de aplausos, durante un discurso en Houston.
Washington seguirá ejerciendo “toda la presión diplomática y económica para lograr una transición pacífica a la democracia”, prometió Pence, sin desacartar nuevas sanciones económicas.
Estados Unidos ya impuso medidas punitivas contra más de 80 funcionarios y exfuncionarios de Venezuela, incluido Maduro, y casi 40 entidades. Además, aplicó a fines de enero sanciones a PDVSA que funcionarán de hecho como un embargo al crudo venezolano cuando empiecen a regir el 28 de abril.
Pence hablará el próximo miércoles sobre Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU, que se reunirá a pedido de Estados Unidos para discutir el agravamiento de la crisis humanitaria en ese país sudamericano.
Estados Unidos y más de 50 países impulsan la salida de Maduro, cuya reelección consideran fraudulenta, y reconocen como autoridad legítima a Juan Guaidó, quien como jefe parlamentario se declaró presidente encargado el 23 de enero con miras a encabezar un gobierno de transición y organizar nuevas elecciones.
Pero Maduro, que ha dicho que jamás renunciará, cuenta con el apoyo de Rusia y China.
“¡Que viva Cuba libre!”
El Departamento del Tesoro señaló que las nuevas sanciones buscan aislar no sólo a empresas venezolanas “corruptas”, sino también a La Habana por apoyar a Maduro.
“Cuba ha sido una fuerza subyacente que propulsó el hundimiento de Venezuela”, dijo el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, en un comunicado.
“El Tesoro está tomando medidas contra los buques y las entidades que transportan petróleo, proporcionando un salvavidas para mantener a flote el régimen ilegítimo de Maduro”, agregó.
Aparte de los 34 buques propiedad de PDVSA, dos empresas navieras fueron sancionadas por su vinculación con el barco “Despina Andrianna”, que según las autoridades estadounidenses entregó petróleo venezolano a Cuba en febrero y marzo de 2019.
Estas compañías son la propietaria del barco, Ballito Bay Shipping Inc., con sede en Monrovia, Liberia, y el operador, ProPer In Management Inc., con sede en Pireo, Atenas, dijo el Tesoro.
Estados Unidos estima que Venezuela entrega unos 50.000 barriles diarios de petróleo a Cuba, que a cambio brinda seguridad, inteligencia y otros servicios a Maduro, dijo a periodistas un alto funcionario del gobierno.
“Al impactar severamente el envío de ese petróleo y la capacidad de obtener ese petróleo de Venezuela a Cuba, habrá una recalibración de esa relación. Este es el primer paso en la presión”, afirmó bajo condición de anonimato.
Pence insinuó que habrá más medidas contra Cuba del gobierno de Trump, que debe decidir el 1 de mayo si habilita demandar a empresas extranjeras en la isla por usufructuar propiedades confiscadas por la revolución de 1959.
“En las próximas semanas, Estados Unidos tomará medidas aún más fuertes contra Cuba. En esta administración, siempre será ‘¡Que viva Cuba libre!'”, dijo el vicepresidente, pronunciando esa última frase en español, como suele hacer en sus discursos sobre América Latina.
La administración Trump, que incluye a Cuba en la “troika de la tiranía” junto con Venezuela y Nicaragua, ha cambiado drásticamente su relación con La Habana luego del histórico acercamiento promovido por el predecesor del presidente republicano, Barack Obama, entre 2014 y 2016.