La vida de Cassius Clay o de Muhammad Ali debe ser una de las más referenciadas dentro de la cultura popular. Incontables son los libros, películas, documentales o reportajes sobre la vida de “The Greatest” que cuesta encontrar aspectos desconocidos de su biografía o anécdotas que quizás no han sido muy contadas.
Acá hicimos el esfuerzo y recopilamos siete historias sobre el más grande ícono del deporte mundial a tres años de su partida un 3 de junio de 2016.
1. Sugar Ray Robinson le negó un autógrafo
Cuando Cassius Clay era apenas un pre adolescente tuvo la oportunidad de conocer a uno de los más grandes boxeadores de la historia, Sugar Ray Robinson, quien, por cierto, es ubicado por muchos especialistas por sobre a Muhammad Ali en el listado de los mejores pugilistas de la historia.
Por eso no es de extrañar que este infante Clay quisiese tener un recuerdo o un autografo de su ídolo, pero este se negó, hecho que marcó para siempre a Muhammad Ali.
Esto porque cercanos al “Más grande” aseguran que Ali jamás negó un autografo a un seguidor e incluso abrió una casilla postal para recibir objetos o cartas para ser firmados, todo a partir de la negativa que recibió por parte de Sugar Ray Robinson.
2. Corría todos los días al lado del autobus escolar
Como muchos niños en los Estados Unidos, la escuela a la cual asistía Cassius Clay en su infancia en Louisville, contaba con un bus escolar de acercamiento para sus estudiantes.
Pero diversas biografías cuentan que, por una extraña razón que nadie puede aclarar, Cassius acostumbraba a irse corriendo a la escuela, persiguiendo el autobus. Algo extraño, pero que ayudó ha perfeccionar su gran condición atlética.
3. Grabó una canción a la edad de 21 años
Antes de convertirse en la mega estrella del boxeo mundial, Muhammad Ali grabó un cover de la canción “Stand by me” en 1964, del compositor e interprete, Ben E. King.
La canción tuvo un relativo éxito y llegó a estar en el puesto 102 de las mejores canciones de la época.
4. Los Beatles no querían fotografiarse con él
Una de las imágenes más icónicas de Muhammad Ali es donde aparece junto al grupo musical The Beatles, sesión de fotos que se realizó en 1964 en la previa al combate entre Ali y Sonny Liston.
Lo cierto es que los Beatles tenían la intención de fotografiarse junto a Liston pero este se negó argumentando que “no se sacaba fotos con mariquitas”. Por lo que el equipo de Los Beatles decidió optar por la segunda opción que era Cassius Clay.
Cuando Los Beatles llegaron al campamento de Clay, éste no se encontraba lo que generó la molestia de los chicos de Liverpool que amenazaron con irse del lugar. Afortunadamente a última hora llegó Ali y con un “Beatles, vamos a hacer algo de dinero!!” los invitó al cuadrilátero para realizar uno de los crossover más impactantes y recordados de la cultura pop mundial.
5. Participó de una obra de Broadway durante su suspensión
Luego que se le retirara la licencia para boxear por negarse a servir a los Estados Unidos en la Guerra de Vietnam, Ali tuvo que ingeniarsela de diferentes formas para generar recursos.
Una de las más curiosas fue cuando participó de un musical de Broadway titulado Buck White, que, por cierto, fue el primer musical de Broadway escrito por un afroamericano.
La obra tuvo 7 presentaciones y recibió críticas positivas.
6. Elvis Presley le regaló una bata pero dejó de usarla por supersticioso
Conocida era la amistad entre el “Rey del rock” y Muhammad Ali, por lo que no era de extrañar que Presley decidiera regalarle una bata a Ali con el diseño del traje característico de Elvis y la frase bordada en la espalda “Campeón del pueblo”.
Ali usó la bata en dos ocasiones, primero ante Joe Bugner y luego en su derrota ante Ken Norton, hecho que provocaría en Ali desconfianza responsabilizando a la bata de haberle traído mala suerte para ese combate. Nunca más volvió a usarla.
7. Salvó a un hombre que amenazó con suicidarse en Los Angeles
En 1981, Muhammad Ali participó de uno de los hechos más curiosos de su vida cuando ayudó a salvar a un hombre que amenazaba con tirarse de un edificio en pleno centro de Los Angeles.
“Alí lo hizo todo. Él fue hasta allí y habló con el joven hasta que decidió bajar. Un psicólogo y un sacerdote lo habían intentado, pero Alí lo logró”, admitía un portavoz del Departamento de Policía de Los Ángeles aquél 19 de enero de 1981.
A bordo de su Rolls Royce marrón, el campeón mundial dejó de lado lo que estaba haciendo, cambió su rumbo y se dirigió rápidamente hasta el lugar. Al bajar del auto, la gente que se había agolpado frente al edificio, sorprendida por su presencia, comenzó a vitorearlo: “¡Alí, Alí, Alí!”.
Sin dudarlo, el púgil subió hasta el noveno piso a una velocidad increíble. Desde una ventana cercana, sacó la mitad del cuerpo hacia el exterior y comenzó a hablarle.
“Tu eres mi hermano. Te quiero y no te mentiría. Tienes que escucharme. Quiero que vengas a casa conmigo y que conozcas a algunos de mis amigos”, exclamaba el tres veces campeón del mundo.