Probablemente Giovanni Falcone y Paolo Borsellini tienen muchas más cosas en común que haber sido los jueces perseguidores de la mafia italiana Cosa Nostra, en los años ochenta, y haber muerto asesinados en distintos atentados. Sin embargo, ¿qué implicancias tiene esto en pleno 2019 y del otro lado del mundo?
Si Our Voice fuese una religión seguramente Falcone y Borsellini serían lo más cercano a sus dioses. En 2014, la italiana Sonia Bongovanni, con tan solo 13 años fundó este movimiento que inició realizando obras teatrales para denunciar los problemas de la mafia aún instalada en localidades como Silicia o Palermo.
Sonia, en aquel entonces, recibió ayuda de su padre, Giorgio Bongovanni, que además tenía un diario que hacía frente a las mismas problemáticas y que hoy es de culto y da nombre a algunas organizaciones sudamericanas que se hacen llamar “antimafia”: Duemila.
Y es que el movimiento, desde el año 2017, cruzó el charco y se instaló con fuerza en países como Argentina, Uruguay y Paraguay.
Esta última semana de agosto, Sonia Bongovanni y los coordinadores de Argentina y Uruguay, Matías Guffanti y Diego Garchot, visitaron Chile para reunirse con diversas organizaciones sociales y recabar información para sus próximas puestas en escena.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, Bongiovanni, dio detalles del panorama actual de la mafia en Italia y del impacto que tuvo su movimiento en los jóvenes.
“Ahí hay una lucha muy fuerte y nosotros nos sumamos a esa lucha de familiares de víctimas, que continúan luchando junto a jueces como Nino Di Matteo. Hoy muchos jóvenes sienten este mensaje que intentamos llevar adelante como Our Voice para enfrentar a la mafia, pero como voz juvenil, a través del arte”, comentó la activista.
Propio del idealismo adolescente de sus miembros, los Our Voice no son partidarios políticos, pero eso no los exime de tener una postura ante hechos de injusticia.
Matías Guffanti, coordinador Our Voice en Argentina, explicó a nuestro medio las causas a las que se han acercado a nivel sudamericano y la vinculación que tienen con el modo de operar de las mafias.
“Trajimos estas presentaciones incluso en contra de la mafia. Cuando comenzamos aquí, no era un tema que se hablaba tanto, se hablaba más de narcotráfico, o de multinacionales, de contaminación, de injusticias de ese tipo. Nosotros dijimos hablemos de mafia, porque detrás de estas injusticias también hay una conexión con esto que se denuncia desde otra parte del mundo”, explicó Guffanti.
Además, la propuesta de activismo de dicha organización plantea una forma de vida coherente con las denuncias que realizan. Así, según el coordinador Our Voice de Uruguay, Diego Garchot, ofrecen a los jóvenes una alternativa de convertirse en los outsiders del sistema, pero influyendo de manera positiva en la historia.
“Vivimos en una sociedad que nos impone todos los días cosas. Estamos estructurados a una cierta manera de actuar y creo que esta es una propuesta a día a día transformarnos nosotros mismos, desestructurarnos y actuar. Cada vez que hacemos una gira vivimos juntos y tratamos de llevar este mensaje y vivirlo como una familia”, comentó Garchot.
En Chile, el movimiento Our Voice presentó este viernes, en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, una obra teatral que recoge la historia de un padre militar en dictadura y una confesión a su hija. Sonia Bongiovanni, coautora del guion, explicó el planteamiento de la puesta en escena y señaló que “la hija se enfrenta al padre, va en contra de lo que había hecho, pero al final se descubre que fue solo un sueño de su mente. La idea es ¿cómo sería si de verdad le contara todo eso a su hija?, ¿cómo una joven de hoy le contestaría a su padre?”.
Luego de visitar algunos colegios de la comuna de Puente Alto, los integrantes de Our Voice aseguraron que existen muchas posibilidades de tener una facción en esta parte del mundo. Asimismo, invitaron a los jóvenes interesados a poder seguir sus redes sociales y a sumarse a los casi 200 jóvenes que a nivel sudamericano simpatizan con sus ideales.