Un heredero de un poderoso clan pro gubernamental sospechoso de la matanza de 57 personas de una caravana electoral ocurrida en el sur de Filipinas se entregó hoy en medio de fuertes presiones sobre la Presidenta de Filipinas para que reprima a los grupos al margen de la ley y a los jefes de milicias.
La matanza del lunes incluyó a por lo menos 18 periodistas y a la esposa, la familia y decenas de simpatizantes de un candidato gubernamental que deseaba enfrentar al clan rival Ampatuan, que ha gobernado a la provincia de Maguindanao durante años y sin oposición.
Andal Ampatuan hijo, un alcalde de una ciudad que presuntamente detuvo la caravana con decenas de policías y milicianos pro gubernamentales, se entregó al asesor presidencial Jesús Dureza en la capital de la provincia, indicó el comandante militar Raymundo Ferrer.
El secretario del Interior Ronaldo Puno indicó que había advertido a la familia que se arriesgaba a un ataque militar a menos que entregaran a Ampatuan para el mediodía del jueves.
El clan de los Ampatuan ayudó a la Presidenta Gloria Macapagal Arroyo y a a sus aliados a ganar las elecciones presidenciales del 2004 y las elecciones senatoriales del 2007 al conseguirle votos cruciales.
El partido gobernante de Arroyo, en una reunión de emergencia convocada la noche del miércoles, expulsó de sus filas a Ampatuan, a su padre y a un hermano.