Hasta la próxima semana deberá esperar Virginia Marcell para saber si podrá recibir un tratamiento gratuito para su cáncer renal terminal.

Esto, porque luego de la jornada de alegatos ante la Tercera Sala de la Corte Suprema, su caso quedó en estudio, pero con una solicitud de suma urgencia.

En la audiencia, causó polémica el argumento utilizado por el abogado del Consejo de Defensa del Estado, Leonardo Corral, quien señaló ante los magistrados que el tratamiento que se le recetó a Virginia podría traerle efectos secundarios que perjudicarían su estado de salud.

“Estamos hablando de una enfermedad avanzada, una metástasis. De acuerdo al estado de la ciencia no existe un tratamiento curativo sino solamente paliativos. En este caso, se está solicitando el mismo medicamento que atenta contra la salud de la persona y que tiene contraindicaciones que son verificables”, señaló Corral.

El tratamiento consta de ocho dosis del medicamento Sutent de 50 milígramos, cuyo costo total bordea los treinta millones de pesos, pero es el único que podría ayudar a Virginia a extender su vida otros cinco años.

Así lo indicó el comité oncológico del Hospital San Juan de Dios y otros expertos que han analizado el tema, lo que corroboró el abogado de la afectada, Lorenzo Soto.

“El argumento (del CDE) es improcedente y yo me atrevería  a calificarlo de absurdo porque contradice absolutamente la prescripción médica que tiene la señora Virginia Marcell, extendida por su médico tratante que es un especialista oncológico y además objeta el informe emitido por el comité de oncología del hospital San Juan de Dios que estableció que esa era la droga que tenía que suministrársele”, enfatizó el jurista.

Si bien no hay un plazo establecido para dar a conocer el fallo, las señales de celeridad en el proceso dan luces de que la próxima semana debería haber una resolución.

Para la afectada, los argumentos de las autoridades son inaceptables y siente que el Estado la condena a muerte, pero confía en que la resolución del máximo tribunal judicial le dará la razón como ya lo hizo la Corte de Apelaciones por unanimidad.

“Espero rapidez porque cada día que pasa significa vida para mí. Si esto lo alarga la Corte es menos tiempo. Estoy apelando a la humanidad de las personas para poder seguir en esta tierra”, dijo.

Y mientras Virginia espera, desde el ministerio de Salud se abren a encontrar una solución para su caso y para otros similares. De hecho, el mismo ministro Álvaro Erazo citó a varias pacientes a una reunión el próximo lunes.

De no prosperar estas tratativas y en caso de que la Corte Suprema falle en contra de la paciente, el senador PPD, Guido Girardi, adelantó que acudirán a tribunales internacionales.

“El ministro de Salud nos pidió una reunión para evaluar la situación de Virginia y de los demás pacientes que sufren cáncer de mama, que están en una situación delicada  porque son afiliados al AUGE que, legalmente, les debieran dar los remedios y no es así. Vamos a ir a la Corte Interamericana e interpondremos recursos legales por ellos”, adelantó el parlamentario.

Laura Sepúlveda es una de las personas que espera con ansias esa reunión con el jefe de esa cartera, pues padece de un cáncer de mama, cuyo tratamiento está incluido en las Garantías Explícitas de Salud o Plan AUGE.

Su tratamiento consta de 14 dosis de un medicamento cuyo costo unitario supera el millón de pesos.

“Estamos esperando el momento para hablar con el ministro de Salud para que él acceda a lo que estamos solicitando. Yo he ido personalmente y siempre he obtenido una sola respuesta, que es que me pueden donar una dosis al año, lo que es igual a como si no tuviera nada”, indicó Sepúlveda.

Estos no son los únicos casos que son analizados por los tribunales de justicia. La Sexta Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago falló a favor de dos mujeres afectadas por cáncer mamario y que tendrán que recibir medicamentos de forma gratuita por parte de Fonasa y la Isapre Cruz Blanca, tratamientos que cuestan entre 14 y 21 millones de pesos.