A contar de marzo y hasta junio, se proyecta la desvinculación de unos cinco mil trabajadores directos motivado por la contaminación de salmones el 2007 con virus ISA , lo que ocasionó una fuerte caída en la producción, la que alcanzaría hasta una disminución 40 por ciento. Los empresarios confían en que la nueva ley reflote la actividad con estrategias de salvataje para la industria
En marzo comenzaría el perÍodo más complejo en la industria salmonera. SalmonChile proyectó el despido del 25 por ciento de los trabajadores del salmón en los próximos cuatro meses.
A partir del tercer mes del año y hasta junio, se proyecta la desvinculación de unos cinco mil trabajadores directos, los que se sumarían a los diez mil desvinculados en 2009. De esta manera, la industria se aleja de su época dorada, cuando llegó a emplear a más de cincuenta mil personas y el país competía con Noruega por el primer lugar en la producción mundial de salmones.
Cristián Gutiérrez, encargado de la campaña Salmón y Cultura de la ONG Oceana, explicó que estas cifras ya se venían proyectando hace un par de años y que este sería un coletazo de la crisis del virus ISA.
"Son cifras que se viene proyectando hace dos años atrás, de hecho la crisis se ha ido sintiendo de manera paulatina porque la industria aceleró los procesos de cosechas de algunas especies, sustituyendo unas por otras y lo que estamos viendo ahora es el gran impacto que el virus ISA causó hace tres años. Se espera que 2010 sea un año muy difícil en materia de empleo para la zona como resultado de que las cosechas no se recuperarán hasta unos dos años más. Esto indica que la salmonicultura ha dejado de ser el gran eje de desarrollo para las zonas australes de Chile", indicó Gutiérrez.
Tal como señala el especialista, producto de que el salmón atlántico o Salar, que generaba un ciclo continuo de producción, fue la especie más propensa a contraer el virus, se comenzó a cosechar Salmón Coho o Trucha, especies que se agotarían con mayor velocidad, generando un déficit en el mercado salmonero.
La industria aún no se atreve cosechar el Salar. Para esto están esperando, entre otras cosas, la aprobación de la Ley de Pesca, un elemento vital para la industria según afirmó el presidente de la empresa AquaChile, Víctor Hugo Puchi.
El proyecto enviado por el gobierno se encuentra hoy en comisión mixta, y tiene como piedra de tope el tema laboral, ya que la Cámara votó que si una empresa acumula tres faltas sindicales en tres años, se le debe caducar la concesión. Sin embargo, el Senado modificó esta indicación, extendiendo el plazo de estas faltas a seis años.
Frente a esta situación Javier Ugarte, Presidente de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón, que agrupa trabajadores de la décima región y de las regiones de Magallanes y Aysén, declaró que la industria tiene más o menos 3 años más antes de volver ponerse de pie y que en “la nueva industria del salmón” se deben respetar las normas laborales.
"Nos interesa que los empresarios respeten las normas laborales por lo que queremos una normativa laboral buena para todos los trabajadores. El tema de los despidos es una situación anunciada como lo informó SalmónChile, el problema es cómo se incrementa nueva fuerza laboral en el futuro de la industria. Se estiman unos tres años más para que la industria se vuelva a poner de pie con una producción fuerte y sólida", señaló el dirigente.
Por otro lado, el líder de la Confederación Nacional de Trabajadores del Salmón, Ricardo Casas, citado por la prensa local, indicó que lo peor de la crisis aún está por venir y que se prevé que la industria reducirá en un 40 por ciento en los próximos meses, provocando una gran crisis laboral en el sector.
En el gobierno hay confianza de que la ley se promulgará en marzo, antes del cambio de mando, lo que daría un nuevo movimiento a la industria salmonera. "Es nuestro objetivo", señaló el ministro de Economía, Hugo Lavados, quien ayer se reunió con el futuro titular de la cartera Juan Andrés Fontaine.
No obstante, existen críticas sobre la nueva legislación, como señala Cristián Gutiérrez de Oceana, para quien la ley de pesca trae consigo importantes avances en materia ambiental y sanitaria, pero su énfasis persiste en el tema financiero y la generación de estrategias de salvataje para la industria.
Gutiérrez añadió que todo este conflicto es una buena oportunidad para modificar la estrategia de desarrollo de la zona sur de Chile hacia actividades que sean más amigables con el medio ambiente y que sean capaces de mantener los empleos a lo largo del tiempo.