Los motores ya se pusieron en marcha en la planta del laboratorio argentino mAbxience para recibir la tecnología que permitirá fabricar millones de dosis de una vacuna contra la covid-19 que aspiran a tener disponible para Latinoamérica en el primer semestre de 2021.
“Es un orgullo enorme, estamos todos emocionados, alterados, buscando información para empezar a trabajar lo antes posible. El entusiasmo es enorme”, dijo a la AFP Lucas Filgueira Risso, director de operaciones de las dos plantas de mAbxience en Argentina.
A 40 km al norte de Buenos Aires, en la localidad de Garín, se emplaza la planta inaugurada en febrero pasado para producir anticuerpos monoclonales biosimilares, que será transformada para covid-19, y elaborará para América Latina la vacuna desarrollada por la alianza entre la universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca, con financiamiento de la Fundación Slim, del magnate mexicano Carlos Slim.
Con última tecnología en bioreactores descartables, allí se fabricarán las partículas virales, el principio activo de la vacuna que luego se terminará en México, donde se envasarán entre 150 y 250 millones de dosis para distribuir de manera equitativa en los países latinoamericanos, menos Brasil.
“Esta conjunción que es entre privados, con el adicional que esta vacuna se va a vender sin fines de lucro, hace que la podamos producir rápido, que sea barata y accesible a toda la gente”, afirmó Filgueira Risso.
América Latina y el Caribe que registran seis millones de diagnósticos y cerca de 237.800 fallecidos por covid-19, constituyen la región más afectada por la pandemia en el mundo. Cinco países latinoamericanos se encuentran además entre los diez más afectados del planeta: Brasil (2º), Perú (7º), México (8º), Colombia (9º) y Chile (10º).
El costo de la vacuna se estima entre 3 y 4 dólares, dijo el presidente Alberto Fernández al anunciar su producción el martes pasado. En Argentina que prolongó este viernes hasta el 30 de agosto un aislamiento social flexibilizado, hay 276.059 casos de covid-19, con 5.428 fallecidos y casi 200.000 recuperados, en una población de 44 millones de personas, según el último reporte oficial.
Los primeros ensayos clínicos de la vacuna de AstraZeneca produjeron una respuesta inmunitaria importante y demostraron ser seguros para los pacientes.
Su eficacia debe ser establecida en un ensayo de fase 3, con un número de participantes mucho más importante, antes de plantear su comercialización a gran escala.
“Ganar meses para tener stock”
El científico argentino es optimista de que la fase 3 tendrá buen resultado por lo que esta producción anticipada permitirá “ganar meses para tener stock”, como ya lo están haciendo en otros países.
Planean hacer en noviembre las primeras pruebas a escala y si todo va bien “en febrero estaremos mandando a México los antígenos producidos acá, y allá el llenado lleva su tiempo. Hay que liberar las vacunas, aprobarla por las autoridades. Me parece que hacia mitad del primer semestre estarán disponibles los primeros lotes”, declaró.
En Argentina, la planta tiene capacidad instalada para producir entre 20 y 25 millones de dosis por mes, cantidad que buscan duplicar con dos nuevos bioreactores que podrían recibir.
“Esto nos garantiza tener la vacuna porque la producción es para Latinoamérica”, destacó Filgueira, al explicar que mAbxience fue el laboratorio elegido “por una conjunción de la historia argentina científica tecnológica y la disponibilidad de la planta”.
El laboratorio pertenece al grupo Insud, cuyo propietario es Hugo Sigman, un médico argentino recibido en la Universidad de Buenos Aires y que vivió varios años en España. Dueño de una de las grandes fortunas del país junto a su esposa Silvia Gold, tiene además productora audiovisual K&S Film reconocida por haber financiado películas como El Clan y Relatos Salvajes.