Desde el inicio de la crisis sanitaria, la relación entre artistas y Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio se ha tensionado en más de una oportunidad. En un primer momento, los trabajadores de la cultura participaron activamente en las conversaciones que se dieron en mesas de trabajo destinadas a analizar las repercusiones de la pandemia en el sector. Sin embargo, con el transcurso de los meses, el entusiasmo y la colaboración fueron declinando.
Las primeras diferencias se dieron cuando la cartera optó por un plan de emergencia que apostaba por la concursabilidad y la redistribución de fondos. Más tarde se sumaron críticas que hablaban de una instancia con muy pocos resultados. El quiebre más importante se dio a principios de agosto cuando cerca de 50 gremios y organizaciones artísticas abandonaron la mesa intersectorial que había sido convocada por el Ministerio de las Culturas.
Hoy, no obstante, las diferencias vuelven a instalarse, sobre todo, luego que la organización Arte Contemporáneo Asociado (ACA), que desde 2005 convoca a artistas y teóricos, emitiera un comunicado declarando que el organismo abandonó distintas líneas de apoyo que se habían acordado para ir en ayuda del sector, entre ellas, la adquisición de contenido por medio de la ejecución de talleres que serían impartidos a través de Balmaceda Arte Joven y el desarrollo de exposiciones con curadores invitados. “Exigimos al MINCAP reponer las líneas de apoyo dejadas de lado para nuestra disciplina”, decía el texto.
En esa línea, Isis Troncoso, vicepresidenta de ACA, indicó que, desde las primeras reuniones, se instó a las autoridades a buscar un mecanismo que fuera capaz de entregar bonos a los artistas. Esto, pensando en la naturaleza del trabajo cultural. Aún así, señaló que no existió una disposición respecto de seguir esa línea de trabajo.
“Si bien el Ministerio no tiene un instrumento interno o un mecanismo para pagar bonos, sí puede hacer un trabajo interministerial, buscar una articulación entre los ministerios. Lo que se les pide es buscar herramientas que puedan generar, en este contexto, un programa de bonos, pero lo que hace, el Ministerio, constantemente, es escudarse detrás de la imposibilidad administrativa que tiene. Entonces, lo que nosotros finalmente vemos es una falta de voluntad política”, dijo.
“Se había propuesto comprar un contenido que se iba a traducir en talleres en Balmaceda 1215. Eso nunca se concretó y no hay una respuesta oficial de por qué se bajó esa propuesta. Simplemente no se hizo. Hay poca claridad de por qué se toman las decisiones que se toman. La respuesta siempre es la misma: el Ministerio de las Culturas no puede, pero sí se han comprometido en cosas que, finalmente, no terminan en nada”, comentó.
Ante esta situación, Isis Troncoso señaló que los gremios han optado por trabajar de forma paralela, organizándose y promoviendo actividades de autofinanciamiento. Sin embargo, afirmó que esto no ha sido suficiente: “El sector cultural siempre ha estado en una condición precaria, pero ahora eso se extremó”.
Detrás de la crisis
Bárbara Negrón, directora del Observatorio de Políticas Culturales (OPC), sostuvo que, considerando los datos reflejados en el primer catastro levantado por la cartera respecto de la situación de los artistas ante la crisis, lo más probable es que la realidad de los trabajadores de la cultura haya “empeorado” durante los últimos meses. Por lo mismo, indicó que desde OPC lanzarán, a mediados de septiembre, un informe para actualizar la situación. Sin embargo, declaró que ya existen señales que hablan de un panorama en donde la cultura ha pasado a un segundo plano.
“El quiebre con los gremios evidencia que el diálogo no se hace productivo para los afectados. (…) Uno podría decir que hay una incapacidad del Estado de responder, directamente, a las problemáticas, pero en cultura creo que aún es mucho mayor. Y no es solo de parte del Gobierno sino que es una problemática de Estado. Todas las críticas a los fondos concursables no son de ahora, son desde hace harto tiempo”, dijo.
“Los artistas quedaron en tierra de nadie, porque el Ministerio dice que no tiene herramientas para ayudar socialmente a los artistas, pero quién tiene las herramientas, cuál es la contraparte de los artistas. Tradicionalmente, han sido los ministerios de las culturas, hacia ellos se dirigen. Tampoco la tiene el Ministerio del Trabajo, que no ve al artista, no está en su radar. No estamos visualizando la importancia que tiene el trabajador en el conjunto de nuestra vida y eso es irónico, porque la gente vivencia todos los días lo que significa el trabajo concreto de los artistas”, sostuvo.
De acuerdo a ello, manifestó que hay que considerar la “naturaleza especial de los trabajadores de la cultura”. “Son trabajadores que les cuesta mucho estar en las fichas sociales, porque pueden tener una situación económica muy mala, pero tienen estudios universitarios y eso les quita puntos, entonces, hay que abordar su situación de manera especial, porque son trabajadores con una naturaleza de trabajo distinta, como lo son los deportistas. Es cosa de ser primero creativo y lo segundo es tener voluntad política”, afirmó.
Estas observaciones también se dan en la antesala del debate por el presupuesto 2021 para Cultura. En esa línea, Negrón indicó que existe preocupación importante, ya que las autoridades han intentado, en los últimos dos años, reducir los montos para el área. Por lo mismo, sostuvo que, frente a esta discusión, los parlamentarios deberán jugar un rol mucho más activo.