Los conservadores turcos se anotaron un nuevo éxito. Un año después que uno de los dirigentes del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), en el poder, hizo la propuesta, el presidente Erdogan ha satisfecho su demanda. Un decreto publicado la tarde del viernes 19, oficializó el retiro de Turquía del Convenio de Estambul.
El instrumento jurídico obliga a los gobiernos que lo suscriben a adoptar leyes que castiguen la violencia doméstica y otros abusos similares, incluida la violación conyugal o la mutilación genital femenina. Se trata del primer instrumento supranacional que establece normas obligatorias para evitar la violencia contra las mujeres en una treintena de países Es como si el poder quisiera hacer girar al revés la rueda de la historia.
Los grupos islamistas y conservadores, principal base de apoyo de Erdogan, aseguran que el contenido del Convenio representa un atentado contra los valores familiares ‘tradicionales’, al proclamar la igualdad entre los sexos. Juzgan que también favorece a la comunidad LGBT, al demandar que no se discrimine a las personas por su orientación sexual. Erdogan, presidente desde el 2014, busca ganarse el apoyo de los votantes más conservadores, en momentos en que su gobierno enfrenta una complicada situación económica, producto de la pandemia del coronavirus.
Las mujeres turcas manifestaron desde hace un año en contra de esa propuesta convertida en realidad. El principal partido de oposición, el Partido republicano del Pueblo (CHP) denunció la decisión. Su vicepresidenta Gokce Gokcen, escribió en su cuenta twitter que abandonar la convención significa “dejar que maten a las mujeres”. “A pesar de ustedes, de su maldad, vamos a seguir vivas y resucitaremos el convenio”, aseguró.
La oposición no es la única en criticar la retrograda decisión. La ministra de Familia, Trabajo y Servicios Sociales, Zehra Zumrut, dijo que la Constitución turca y las leyes internas del país son “la garantía de los derechos de las mujeres”. Uno de los principales rivales de Erdogan, el alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, denunció “anunciar en plena noche la retirada de Turquía del Convenio de Estambul, cuando cada día se cometen violencias contra las mujeres, nos llena de amargura
El Consejo de Europa, del que Turquía es miembro desde 1949 calificó la decisión turca de “noticia devastadora”.
El año pasado 300 mujeres fueron asesinadas en el país de acuerdo con datos de We Will Stop Femicide, una organización de defensa de los derechos de las mujeres. “Renuncien a esa decisión, apliquen el Convenio”, pidió Fidan Ataselim, secretaria general de esa asociación