Para responder esta pregunta debemos remontarnos al comienzo de la década de los noventa y el cambio en la planificación urbana del borde costero de Viña del Mar. Se debe analizar lo ocurrido en el sector aledaño al paño Las Salinas, el paño “Coraceros” que fue usado por el regimiento de caballería N°4 “Coraceros”, desde el año 1917 al 1991. Este preciado paño pasa a manos de la inmobiliaria Manso de Velasco S.A.
La irregularidad con que se gestaban estos proyectos inmobiliarios y la nula participación de las autoridades y comunidad en la planificación de la ciudad, quedan en evidencia en las cartas públicas donde la inmobiliaria invita al presidente Patricio Aylwin, a través del intendente de la época Juan Andueza, a la inauguración del complejo de seis torres de gran altura. A la invitación, el presidente contestó negando su presencia, porque aún se debatía la normativa urbana que debía regir las edificaciones del sector “Coraceros”. A toda vista esto es de total irregularidad.
https://archivospublicos.uahurtado.cl/uploads/r/archivo-institucional-universidad-alberto-hurtado/7/7/c/77cd4d5c67c1bbaa5004cfd210b5bdc2313a9797c76e6c2ac5698361173c4d36/93-20490.pdf
El seccional del sector coraceros se publicó el Jueves 23 del año 1993 en el diario oficial.
Después de este acontecimiento, las empresas petroleras dueñas del paño Las Salinas Copec, Esso, Shell, Sonacol, comienzan a planificar el desplazamiento de la industria petroquímicas desde el borde costero viñamarino a Con Con y Quintero.
Es así como en el año 1994 el alcalde de la época y las empresas petroleras suscriben el acuerdo de retirar la industria química del terreno.
Comienza el debate sobre el uso futuro del paño Las Salinas, donde según testimonios de dirigentes sociales de la época, se comienza a planificar la construcción en altura del borde costero, muy similar a lo que sucedió en las Dunas de Con Con.
Es así como el seccional de Las Salinas se fragua de la misma forma que la normativa del paño Coraceros. a través del implacable lobby de las petroleras que queda expuesto en los diarios de la época.
El resultado del lobby y la presión ejercida por Las Petroleras en el consejo municipal queda en evidencia en la modificación al Plan Regulador Comunal (PRC) del 2002. En esta normativa se establece la zona V6 para el paño Las Salinas, en palabras sencillas, torres de gran altura, alta densidad poblacional y constructibilidad, definiendo las condiciones de edificación. Junto a esto se agregan todos los usos de suelo permitidos en el lugar.
Con esto definiendo la vialidad estructurante que hará factible este mega proyecto inmobiliario, entre las vías propuestas se encuentran 6 Oriente que tiene como gran finalidad conectar los proyectos inmobiliarios del borde costero con el sector oriente de la ciudad.
Exactamente un año después se publica el Plan Regulador Comunal de Viña del Mar y se publica el plano seccional “Interconexión Vial 6 Oriente – subida Alessandri” sellando con fuego la conexión entre el proyecto inmobiliario en el paño Las Salinas y la carretera prolongación 6 Oriente.
Hoy la empresa inmobiliaria COPEC, ha negado públicamente los beneficios que le generará la carretera 6 Oriente a su proyecto inmobiliario ocupando para esto todos los medios de comunicación que estén disponibles. Para ellos, es de necesidad vital que esta autopista se construya ocupando al Estado para expropiar las casas de vecinos de poblaciones patrimoniales de alto valor histórico, además de gastar 18 mil millones de pesos públicos, pertenecientes a todos los chilenos.
Debemos considerar dos cosas: es muy distinta la normativa vigente conseguida a través del feroz lobby expuesto en este texto y el castillo en el aire que propone COPEC a la ciudad de Viña del Mar. La empresa se debe ajustar a lo que ellos mismos consiguieron.