Este miércoles, la vacuna Sputnik V, desarrollada por el Instituto Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya de Rusia, se transformó en la sexta fórmula aprobada por la comisión de expertos del ISP para uso de emergencia en Chile en el combate del Covid.
Al respecto, la doctora en Inmunología de la Universidad de Valparaíso, Caroline Weinstein, académica de la Escuela de Química y Farmacia, afirmó que “los datos de eficacia publicados son muy buenos. La seguridad también es comparable con las otras vacunas. Están publicados en revistas de corriente principal”.
De acuerdo a lo publicado en medios de comunicación, la vacuna rusa no solo se sitúa como la más eficaz por su 97,6 por ciento de efectividad ante el Sars-CoV-2, sino que también tiene una efectividad sobre el 90 por ciento para la variante Delta del coronavirus.
La doctora Weinstein advirtió que “sin embargo, su aplicación en dosis de refuerzo no cuenta con estudios, a diferencia de Astrazeneca y Pfizer”.
En relación a su mecanismo de acción, la inmunóloga explica que “la innovación consiste en que si bien está basada en plataforma de vector adenoviral, igual que Astrazeneca, CanSino y Johnson, esta vacuna usa en primera dosis un vector adenovirus en primera dosis y otro diferente en la segunda dosis. Con esto reducen la baja de efectividad inducida por la respuesta al vector en sí mismo. Es entonces innovadora con respecto a las anteriores”.
El Instituto Gamaleya, que también ha participado en el desarrollo de vacunas contra el ébola y el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS), informó que la fórmula rusa, además, no provoca alergias graves y la temperatura de conservación es entre los 2 y los 8 grados Celsius, lo que permitiría almacenarla en un refrigerador convencional para mantener la cadena de frío.