Cada 15 de octubre se aboga en el mundo entero por las mujeres del mundo rural, el bastón blanco y el lavado de manos. Como equipo que trabajamos por fortalecer esta última acción de salud individual con impacto poblacional, impulsado desde la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile en colaboración con académicos de la Universidad Católica y otros profesionales, la coincidencia nos resulta particularmente feliz.
Celebramos visibilizar la vida cotidiana. Estamos convencidos que es allí donde las contribuciones auténticas y significativas cobran sentido. Y allí habitamos todas y todos.
Relevar el quehacer de la mujer rural, que entre muchas tareas debe gestionar el agua para sus comunidades, elemento clave para la vida, para el lavado de manos efectivo y para expresar nuestro mejor nivel de salud.
También connotar al bastón blanco, instrumento que vuelve “posible” que los demás reconozcamos a una persona con discapacidad visual para que participe más íntegramente de la vida cotidiana, promoviendo la cohesión social, dimensión que también condiciona un lavado de manos efectivo.
El lavado de manos previene hasta 1 de cada 2 infecciones gastrointestinales y 1 de cada 4 infecciones respiratorias, convirtiéndose en una herramienta de salud pública clave en el enfrentamiento de la pandemia por COVID-19. Como acción de salud, el lavado de manos efectivo depende o está determinado por factores individuales (percepción de riesgo, nivel educacional, entre otros) y por factores institucionales (acceso al agua).
En cuanto a los factores individuales creemos necesario profundizar en estrategias de comunicación efectiva con pertinencia cultural, que permitan facilitar la mejor ejecución posible del acto de lavarse las manos.
Respecto a los factores institucionales, el contexto sanitario, político, social e institucional del país junto a la crisis ambiental global, ofrece una oportunidad para reflexionar el valor asignado al agua, crucial para el cuidado y atención en salud, constituyendo un factor crítico para mejorar el nivel de vida de la población.
Colaborativamente podemos mejorar una de las medidas de salud pública más revolucionarias de todos los tiempos, que en conjunto a los otros dos íconos de vida cotidiana que celebramos hoy, nos parecen motivos por los que merece la pena abogar.
Jorge Vilches A., médico
Rodrigo Espinoza F., médico
Gonzalo Valdivia C., médico
Paula Luengo K., psicóloga
Verónica Zuñiga M., periodista
Álvaro Pacull L., actor
Joaquín Varas P., antropólogo
Marcelo Villalón C., médico
Equipo Proyecto “Effective handwashing and its determinants: advocacy for a neglected essential strategy, even in XXI century!”, Esto es Salud Pública – TIPH Global 2021