Este viernes, se llevaron a cabo nuevas manifestaciones para pedir el cierre del Comercio a las 19:00 hrs., ahora en Copiapó, Ovalle, La Serena, Viña, Santiago, Rancagua, Talca, Chillán, Temuco y Puerto Montt, bajo la consigna de “Horarios del terror” y usando disfraces, en el contexto de la previa del 31 de octubre.
La campaña surge desde las trabajadoras, trabajadores y dirigencias de los sindicatos de la Alianza de Trabajadores de Comercio (ATCOMER), que lleva manifestándose durante este último mes en distintos centros comerciales.
La iniciativa busca que las empresas acojan esta propuesta para mejorar la calidad de vida de las y los trabajadores del sector. Al respecto, Andrés Giordano, trabajador y dirigente histórico del Sindicato Starbucks -que forma parte de ATCOMER-, advirtió que “esto afectaría a un millón y medio de trabajadores y trabajadoras, donde el 70% son mujeres, muchas de ellas madres que cumplen doble jornada, en el trabajo y en la casa”.
El también candidato a diputado por el distrito 9 sostuvo que “no estamos pidiendo algo descabellado, solo poder volver a nuestras casas de forma segura, tener más tiempo para estar con nuestras familias o para descansar, porque hoy nuestra salud mental está en crisis. Por eso llamo a que mañana nos sigamos manifestando, porque las ganancias de los grandes empresarios no pueden estar por sobre el bienestar de quienes generamos su riqueza”.
“Esta no es una demanda aislada; desde el rubro gastronómico pedimos que se respeten los feriados irrenunciables y jornadas de 40 horas que permitan vivir, un proyecto que hoy duerme en el Congreso; también subir los salarios, terminar con las AFP, reconocer el trabajo doméstico y de cuidados, y dar poder a quienes trabajan para negociar con sus empleadores. Seguiremos luchando para mejorar nuestra calidad de vida, para trabajar para vivir y no vivir para trabajar. Ya basta de abusar”, agregó.
Dentro de las trabajadoras y trabajadores detrás de esta demanda, están quienes se desempeñan en supermercados, farmacias, retails, centros comerciales de todo el país, comida rápida y patios de comida. Según la OCDE, al año las y los chilenos pasan, al menos, 1.941 horas trabajando, situando a Chile dentro de los 10 países que más horas trabajan, sin que esto tenga relación directa con los niveles de productividad.