Una de las grandes metas del presidente Sebastián Piñera es poder terminar o, por lo menos, disminuir considerablemente la deuda hospitalaria, que por estos días llega a los 110 mil millones de pesos.
Para lograr este objetivo el ministerio ha planeado una serie de medidas entre las que destaca la compra prioritaria de fármacos genéricos por parte de los hospitales públicos, en desmedro de los denominados “fármacos de marca”.
La propuesta para manejo del déficit en salud, presentada ante la Dirección de Presupuestos y la Segegob el 19 de junio pasado, afirma que “respecto de las compras de medicamentos e insumos, se establecerá la obligatoriedad del uso de medicamentos genéricos, excepto en los casos en que los protocolos AUGE expresamente lo indiquen”.
En este sentido, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, aclaró que “sólo se comprarán medicamentos genéricos establecidos por un panel de expertos que han comprobado la eficacia”.
“Lo que está ocurriendo como ordenamiento del sector, es que primero los medicamentos que se pueden adquirir para las coberturas AUGE son solo los medicamentos que están en la clínica médica AUGE y no cualquier medicamento, sino los que un panel de expertos ha definido. Si no, lo que se ha definido es que todas las compras que hacen los servicios de salud tienen que ser con licitación pública. No que en un servicio se les ocurra que el mejor medicamento para esta condición es este y que en otro es otro”, indicó Mañalich.
Sin embargo existen expertos que aseguran que no se puede garantizar la misma seguridad y eficacia de un medicamento genérico que el medicamento original o de innovación, porque los denominados “excipientes” muchas veces complejizan su composición o permiten una mejor absorción, como ocurre, por ejemplo, con los fármacos biotecnológicos.